Por la frontera sur del país ingresan ilegalmente 150 mil personas al año, las cuales buscan llegar a Estados Unidos. Su edad promedio es de 26 años. Enfrentan situaciones difíciles, a pesar de los esfuerzos de la sociedad civil y la iglesia por apoyarlos. El papa Francisco manifestará su cercanía y solidaridad con ellos, y convocará a la sociedad a hacer conciencia de la necesidad de respuestas humanas ante la realidad de la migración, expuso la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Ante dicho fenómeno social el pontífice ha manifestado que la falta de reacciones ante esos dramas de nuestros hermanos es signo de pérdida del sentido de responsabilidad por nuestros semejantes, sobre el cual se funda toda sociedad, agregó la CEM en un comunicado.

El tema –la Organización Internacional para las Migraciones estima que existen 214 millones de migrantes en el mundo– será abordado por Jorge Mario Bergoglio en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde concluirá su visita a México.

Puntualizó que a la ceremonia religiosa en dicha ciudad acudirán más de 200 mil personas y miles más la presenciarán del otro lado del río Bravo. Cerca de 50 mil migrantes seguirán la transmisión por televisión en el estadio Sun Bowl, de El Paso, Texas. Además, el Papa se acercará a la línea fronteriza para orar y saludar a los fieles congregados en la frontera, con el fin de recordar a todos que quien recibe al otro recibe a Dios en persona.

Raúl Vera López, obispo de la diócesis de Saltillo, comentó que Francisco sabe que en México hay un terrorismo de Estado contra los migrantes, pues tiene el informe que la sociedad civil presentó al Tribunal Permanente de los Pueblos y la sentencia de éste.

El pontífice conoce el tema de la migración forzada no sólo de Centroamérica y México, sino del mundo. Ha puesto mucha atención al tema, sabe que son los pobres quienes tienen que migrar, porque no tienen la forma de sobrevivir, expuso.

La migración de centroamericanos y mexicanos, añadió, está ligada al modelo económico, pues desgraciadamente las políticas públicas están elaboradas pensando en las multinacionales y en las restricciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional.

En breve entrevista telefónica, Vera López insistió en que la migración forzada es producto del desajuste y la asimetría económicas, pero también de la contaminación del agua, suelo y destrucción de los bosques causada por la industria extractiva, entre ellas las mineras. El Papa sabe lo que padece el pueblo mexicano, subrayó.