Los pocos buenos resultados que Pumas ha obtenido en el inicio del torneo Clausura 2016 no son motivo de alarma; por el contrario, se trata de una situación normal por la que atraviesa cualquier equipo después de haber disputado una final, consideró el ex jugador auriazul Juan de Dios Ramírez Perales.

Después de cuatro fechas, el líder y subcampeón del torneo Apertura 2015 se ubica en el lugar 12 y suma apenas cuatro de 12 unidades disputadas (una victoria, un empate y dos derrotas).

No obstante, el también ex seleccionado mexicano en el Mundial Estados Unidos 1994 explicó que el bajo rendimiento es precisamente una de las desventajas cuando llegas a la final.

Estimó que es “común que esto ocurra, pues tienen muy poco tiempo de preparación y de descanso, cuando el desgaste es bastante duro. Obviamente el jugador resiente todo lo que implica el torneo y la liguilla, hay mucha presión sicológica y física.

Se necesita un respiro para volver a incrementar el nivel, no es lo mismo tener una muy buena pretemporada a sólo disfrutar de ocho días de vacaciones. Creo que poco a poco van a ir recuperando el ritmo en todos los sentidos, no hay nada de qué preocuparse.

El ex zaguero universitario apuntó que ante la escasez de buenos resultados “los aficionados comienzan a desesperarse, pero hay que tener calma, aplaudir por la gran final que brindaron.

La gente piensa que tras perderla deben ganar forzosamente los partidos siguientes, pero no se trata de eso, hay un proceso en las cargas de entrenamiento y eso es difícil que el aficionado lo vea.

El Capi Ramírez, nombrado hace unos días auxiliar de Raúl Potro Gutiérrez en la selección mexicana Sub-23 que asistirá a los Juegos Olímpicos 2016, también opinó sobre los refuerzos que llegaron al conjunto del Pedregal.

Indicó que los cuatro (Luis Quiñones, Mathías Vidangossy, Híbert Ruiz y Francisco Meza) parecen ser óptimos, pues el técnico Guillermo Vázquez tuvo que haber visto cualidades que podrán contribuir a mejorar su plantel.

Finalmente, el ex campeón con Pumas en la temporada 1990-91 confió en que el club de sus amores podrá luchar otra vez por el título del futbol mexicano.

Sé que regresarán a los primeros lugares, pues en los momentos más complicados sacan la casta, esa mística que los ha caracterizado por mucho tiempo; estoy seguro de que esta vez no será la excepción, aseveró.