La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (canacope) advirtió sobre el riesgo de que la cuesta de enero continúe en febrero o hasta marzo, debido a la devaluación del peso ante el dólar y la caída del precio del barril del petróleo, fenómenos que han roto con sus respectivas barreras negativas históricas.

Consideró que las principales dificultades en materia económica son que se mantenga un bajo consumo, se registre un alza de precios en productos de importación que desencadene aumentos en otros y en servicios, y se encarezcan alimentos de la canasta básica, con repercusión en la economía familiar.

Un mal manejo de la economía o la sobreconfianza de que la crisis no llegará a México provocarán que la cuesta de enero se refleje negativamente en el crecimiento económico, por lo que llamó a productores, comercializadores y autoridades a mantener la estabilidad de precios y no especular.

De hacerlo, se vulnerará la capacidad de compra y la confianza del consumidor, sobre todo cuando en las primeras semanas de enero hubo comercios que tuvieron ventas diarias de menos de 100 pesos, como jarcierías, plomerías, estéticas, cerrajerías, tintorerías, refaccionarias y dulcerías, entre otras.

Si la dinámica del consumo se sigue manteniendo así, gastando de forma limitada y concentrándose en las tiendas de autoservicio, se dificultará el desarrollo del mercado interno, pues la llegada de febrero con un dólar alto avizora un alza de precios en productos de importación, alertó.

Ello, estimó, desencadenará aumentos en otros productos y servicios, que se sumarán a los efectos de las heladas registradas en diversas regiones productoras como Puebla, estado de México e Hidalgo a finales de enero, que impactará negativamente en los precios de productos de consumo básico.

Tal situación enrarecerá el panorama de la economía familiar y podría deteriorar la confianza en el mercado, por lo cual es urgente mantener la actividad económica e impulsarla con políticas públicas y programas intensivos de inversión para las micro, pequeñas y medianas empresas.

Asimismo, vigilar las cadenas productivas, para evitar que la especulación vulnere también la capacidad de compra y la confianza del consumidor, señaló.