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El Museo del Objeto del Objeto exhibe prendas de vestir, calzado, fotografías y juguetes

Documenta una exposición cómo se desarrollaban los niños en el siglo XIX

Hoy sabemos que es importante jugar, porque mediante esta actividad aprenden, afirma sicóloga

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Objetos incluidos en Los niños del siglo XIX, con la curaduría de Gustavo Amézunga, muestra que se concentra en la infancia, sin mitificarla. Mañana se inaugura en el recinto ubicado en la colonia RomaFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de julio de 2015, p. 4

¿Cómo se criaban los niños del siglo XIX?, ¿con qué jugaban?, ¿cuál era su entorno escolar?, ¿cómo eran las actividades dentro de la familia?

Esas interrogantes encuentran respuesta en Los niños del siglo XIX, exposición de unos mil objetos, entre prendas de vestir, calzado, fotografías, documentos, pintura y muchos juguetes.

La muestra será abierta este sábado en el Museo del Objeto del Objeto (Modo).

Mientras la exposición, con la curaduría del diseñador gráfico Gustavo Amézunga, se concentra en la infancia, que para muchos es la etapa más hermosa de la vida, no la mitifica.

A manera de antecedentes, el recorrido comienza con la exhibición de un documento de compraventa de José Martín, esclavo mulato de 11 años, fechado el 8 de abril de 1768 en Valladolid (hoy Morelia), Nueva España, por la cantidad de 80 pesos. En México la esclavitud se abolió a principios del siglo XIX.

En rueda de prensa la sicóloga Nancy Steinberg hizo hincapié en la relevancia del siglo XIX respecto del desarrollo de los niños.

Hasta antes de la Revolución Industrial el niño era considerado un adulto en formación. No tenía personalidad propia. Los niños pertenecientes a la clase trabajadora laboraban en las granjas y fábricas. Para muchas familias importaba más que el niño aportara un salario, en lugar que tuviera educación.

“A partir del siglo XIX empiezan a darse cuenta que lo más importante para el niño era la educación. Hoy sabemos que la ocupación más importante del niño es jugar, porque mediante el juego aprende.

El juego desempeña un papel fundamental en las diferentes etapas del desarrollo infantil al estimular distintas habilidades cognoscitivas, motoras y sociales.

Según Steinberg, aun cuando el juego humano es similar al de los mamíferos, somos los únicos que hemos diseñado objetos especiales para ayudar al niño en su proceso de crecimiento, no sólo en la escuela sino al volverse más independientes, autónomos, a la vez que aprenden a relacionarse con seres de su especie, con principios éticos.

De allí que las piezas incluidas en la exposición permiten presenciar cómo el desarrollo de los juguetes evoluciona de acuerdo con el momento histórico en el que fueron creados.

Libro de Rousseau, piedra angular

Gustavo Amézunga recordó que una de las piedras angulares dentro del tema de la infancia, y de la muestra, es Emilio, o de la educación, libro publicado en 1762 por el filósofo francés Juan Jacobo Rousseau, quien planteó una serie de preguntas sobre el niño.

La exhibición, entonces, se puede ver desde tres ejes temáticos: México en el siglo XIX, el tema de los niños y algo que tiene que ver con los objetos propiamente: la Revolución Industrial.

Aparte de los antecedentes, la muestra se divide en otros seis núcleos: los niños en el siglo XIX; los bebés; la escuela y los libros; el niño, la imagen y realidades; el niño y la familia; juegos, juguetes y divertimentos, y finaliza con una ludoteca proporcionada por la firma Inspireka.

(El Modo se ubica en Colima 145, colonia Roma; horario de visita de 10 a 18 horas, de miércoles a domingo.)