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Los de Abajo

Despojo a zapotecos

C

omo se denunció desde su inicio, la consulta sobre la construcción de 21 parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, se concibió y se lleva a cabo con el fin de concretar el despojo de tierras a los pueblos zapotecos. La estrategia es la misma en todo el territorio indígena donde mineras, hidroeléctricas, acueductos y demás megaproyectos quieren imponerse, para lo cual utilizan el derecho a la consulta como herramienta de dominio.

Bettina Cruz Velázquez, de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo, Oaxaca, coincide plenamente con la advertencia que en su momento hizo en esta páginas el abogado mixteco Francisco López Bárcenas sobre los peligros de la implementación de un derecho internacional que, amañado, podría ser usado en su contra.

La consulta a los pueblos indígenas, señala la ley, debe ser libre, previa e informada, y Bettina Cruz asegura que en el Istmo no se ha cumplido ninguno de estos requisitos: “No es previa, porque la empresa (Mareña) ya convenció, a partir de falsas promesas, a muchos propietarios para que el proyecto se instale, aunque sobre las tierras comunales ni siquiera se realizaron las asambleas correspondientes. Tampoco ha sido libre, estuvo plagada de intimidación, engaños, manipulación y coerción. Mucho menos informada, pues no se advierte a la población sobre la deforestación, pérdida de especies, mortandad de aves, desecación de suelos, contaminación por derrames de aceite y destrucción del paisaje, que son algunas de las graves consecuencias en que se traduce un megaproyecto energético de ese calibre.

Intimidación y amenazas no han dejado de existir contra los pueblos ikjoots y binnizá que resisten. Be­ttina ha sido encarcelada y, recientemente, “junto con el compañero Rodrigo casi sufrimos un atentado por gente que iba acompañando a la encargada del proceso de consulta.

El gobierno y las empresas están negociando nuestros territorios a nuestras espaldas. Algunas personas de la comunidad asisten a las reuniones, pero muchas veces porque les pagan 200 pesos por ir o porque les prometieron empleo y algunos porque ya se vendieron a estas empresas, relata Bettina.

La Misión de Observación de la consulta documentó 32 incidentes de seguridad, desatención a 75 solicitudes de información y el reconocimiento, por el propio comité técnico de la consulta, de que aún faltan 12 temas por cubrir antes de avanzar a la siguiente etapa del proceso. En el Istmo no se ha dicho la última palabra.

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