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Este miércoles se inició la sexagésima octava edición del Festival de Cine de Cannes

No diremos qué cinta es buena o mala, sino cuál nos gusta: Del Toro

Los hermanos Coen presiden el jurado del certamen; junto con el director mexicano llevaron la batuta

No somos críticos, pero cuando juzgas una película ejerces influencia sobre ella

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De izquierda a derecha, en segunda fila, Catherine Deneuve, la directora Emmanuelle Bercot y Rod Paradot, participantes de la cinta La Tête Haute, fuera de competencia, durante la inauguración del certamenFoto Reuters
Especial
Periódico La Jornada
Jueves 14 de mayo de 2015, p. 8

Cannes, Francia.

Entre aplausos y sonrisas de satisfacción, los estadunidenses Joel y Ethan Coen, presidentes del jurado, y el mexicano Guillermo del Toro llevaron este miércoles la batuta de la rueda de prensa de inicio de la 68 edición del festival de Cannes, la fiesta del cine más prestigiosa del mundo.

Estamos felices de volver, ya que es una excelente oportunidad de ver películas del mundo entero, aseguró Joel. No somos críticos de cine, pero cuando juzgas una película estás ejerciendo una influencia en ella. Estamos aquí por primera vez para defender un trabajo u otro y llegar a un consenso en grupo, explicó enseguida Ethan. Es muy común en las apariciones de los Coen que un hermano complete el discurso del otro, como si fueran un monstruo siamés, lo que les ha merecido el apodo de el director bicéfalo.

Ambos son cómplices en la dirección, guión, producción y montaje de películas tan exitosas como El gran Lebowsky, Fargo y Barton Fink, con la que recibieron la Palma de Oro en 1991. Es la primera ocasión en que serán dos personas las que ocupen la presidencia del jurado en Cannes.

Los Coen, considerados de los realizadores más innovadores del cine contemporáneo, son habituales de este certamen, que los galardonó en 2013 con el gran premio del jurado por A propósito, de Llewyn Davis, y con la palma a mejor director en dos ocasiones: por Fargo, en 1996, y en 2001, por El hombre que nunca estuvo allí.

A su vez, Del Toro, quien en 1993 presentó aquí su primera película, Cronos, en la semana de la crítica y, en 2006 recibió ovaciones por El laberinto del fauno en la sección oficial, admitió estar complacido con ser parte del jurado. Es un grupo al que admiro y respeto mucho, afirmó. Aclaró que era normal que surjan preferencias: “Hay quienes gustan de Cinema paradiso y otros de Naranja mecánica. No estamos aquí para determinar cuál filme es bueno o cuál es malo, sino cuál nos gusta.

“Habrá momentos difíciles para ponernos todos de acuerdo, pero tenemos que tomarlo con mucha seriedad, como merecen los respectivos directores.

“Cuando vine por primera vez a Cannes era tan joven que no tenía aún pelos en las orejas –bromeó–, pero aprendí enseguida que esta era una competencia importante y que era fundamental para un cineasta el reconocimiento. Eso cambió mi vida. Me han propuesto algunas veces para que fuera jurado, pero me he negado a venir, esperando poder bajar de peso y usar mis trajes, pero me rendí, y ahora decidí aceptar, y ordené un traje a la medida”, prosiguió.

Vine para aprender

Sobre su aporte al cine de su país en esta edición, presente en competición con Michel Franco y su película Chronic, aseguró que desea apoyar al cine mexicano, pero también al universal. Estoy aquí para aprender mucho del cine mundial y salir enriquecido de este festival, que es una celebración del séptimo arte.

Junto a ellos compartieron célebres miembros: las actrices Rossy de Palma, Sienna Miller y Sophie Marceau, el cineasta canadiense Xavier Dolan, el actor estadunidense Jake Gyllenhaal y la compositora y cantante Rokia Traore. Todos al unísono se declararon encantados de estar en la Croisette y dispuestos a disfrutar las películas en competición.

Serán 12 días de maratón cinematográfico que comenzaron ayer con La Tête Haute (Con la cabeza en alto), dirigida por Emmanuelle Bercot, trabajo de tinte social que poco concede al gran espectáculo y al glamur habitual de Cannes, pero sí a la profunda reflexión. Narra, sin mucha fuerza y convicción, la reducación de un joven delincuente cuya trayectoria es seguida por un juez de menores, en la piel de Catherine Deneuve, la gran diva del cine francés.

El Festival de Cannes abrió este miércoles oficialmente la edición 68. A lo largo de casi dos semanas presentará más de 80 películas y a sus protagonistas. Diecinueve películas aspiran a la Palma de Oro, el máximo galardón, que se otorgará el próximo 24 de mayo. Estrellas como Catherine Deneuve, Naomi Watts, la israeloestadunidense Natalie Portman y Lupita Nyong’o desfilaron por la alfombra roja en la calurosa tarde de este reputado balneario.

La cinta La Tête Haute, de la francesa Emmanuelle Bercot, con Catherine Deneuve en el papel de una juez de menores que trata de salvar a un joven de la delincuencia, se encargó de abrir la edición de este año.

Es la primera vez en 30 años que el trabajo de una mujer inaugura el festival francés –luego de Diane Kurys, en 1987– con una película que está en las antípodas del glamur de la apertura de otras ediciones, para dar voz a una realidad social dura, pero esperanzadora.

(Con información de Afp)