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Sólo así se alcanzará un arreglo político, dice el ex funcionario

Rusia debe considerar parte de Ucrania las regiones este y sur, opina Yevgueni Primakov
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 15 de enero de 2015, p. 21

Moscú.

Rusia debe considerar como parte de Ucrania las regiones del este y el sur porque es la única manera de lograr un arreglo político de la crisis ucrania, pero “en ningún caso debe incluir entre las ‘concesiones’ a Estados Unidos y sus aliados europeos la renuncia a la adhesión de Crimea y Sebastopol a la Federación Rusa, debido a que no pueden usarse como moneda de cambio en las negociaciones”.

Así opina quien siendo primer ministro de Rusia, en pleno vuelo hacia Estados Unidos, decidió cancelar su visita y ordenó al capitán del avión dar la vuelta sobre el Atlántico apenas tuvo conocimiento de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte había comenzado a bombardear Yugoslavia el 24 de marzo de 1999.

A sus 85 años de edad y retirado desde 2011, Yevgueni Primakov –con una larga trayectoria en el servicio público soviético y ruso: aparte de jefe de gobierno se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores, director del espionaje ruso, presidente de una de las cámaras del parlamento de la Unión Soviética, entre otros cargos– habla poco, si bien su opinión es muy respetada por la clase política de este país.

Ante el incumplimiento de los acuerdos de Minsk, ¿puede Rusia, en una situación extrema, enviar sus tropas regulares para ayudar a las milicias (separatistas)?, se preguntó Primakov en su informe anual ante los miembros del Club Mercurio, que encabeza desde que dejó de presidir la Cámara de Industria y Comercio de Rusia, su último puesto.

Y respondió: categóricamente, no. Si ello ocurriera, sólo beneficiaría a Estados Unidos, que utilizaría el hecho para mantener Europa bajo su manto de protección durante todo el siglo.

Al mismo tiempo, esa posición no significa dejar de apoyar a los milicianos, que aspiran a que se reconozcan las peculiaridades del sureste de Ucrania dentro del Estado ucranio, subrayó.

Primakov no cree que Rusia apueste a reorientarse exclusivamente hacia el este. “No es así –explicó–. Rusia quisiera restablecer sus nexos con Estados Unidos y Europa, pero no puede pasar por alto el rápido aumento de la importancia de China y de otros países de la cuenca del Pacífico. Sería irracional no incrementar la cooperación con ellos y no hay que temer que nos volvamos ‘apéndice de materia primas’ de nadie, eso es imposible”.

El respetado político, en su informe, lanzó otra pregunta incómoda: ¿Debe Rusia dejar la puerta abierta para cooperar con Estados Unidos y sus aliados noratlánticos en casos que afecten a toda la humanidad, como son el terrorismo, el narcotráfico, los conflictos regionales, entre otros?

Su respuesta no podía ser más contundente: sin ello, por no decir que los rusos estamos interesados en suprimir los fenómenos internacionales negativos, perderíamos a nuestro país como gran potencia. En ese supuesto, Rusia sería relegada por aquellos estados que desean recibir su respaldo y, a la vez, respetan los intereses rusos.

En el plano interno, Primakov mandó un claro mensaje al Kremlin de que, pese a la caída de la cotización del petróleo y las sanciones contra Rusia, es posible salir adelante y no hay que sentarse a esperar que suban los precios internacionales de los hidrocarburos.

Para el también doctor en economía y miembro de la Academia de Ciencias de Rusia con asiento de número, el ejército de funcionarios públicos tiene que ponerse a trabajar para modificar la economía, en lugar de recurrir a la retórica de que Rusia está rodeada de enemigos, con lo cual pretenden encubrir la pifia de vivir sólo de los petrodólares durante 20 años, sin invertir en otras ramas de la economía para impulsar el desarrollo del país.