Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
De las guerras
que somos
Omar González
Luis Nishizawa:
los dones cultivados
Augusto Isla
Requiem por
Alain Resnais
Miguel Ángel Flores
Mi voz raza
de alto horno
Héctor Kaknavatos
Leer
Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
De Paso
Ricardo Yañez
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar
Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
@JornadaSemanal
La Jornada Semanal
|
|

Felipe Garrido
Todos
Vinieron mis hermanos con sus familias y unos compadres y los hijos y el Félix y una güera chaparrilla, linda, que dizque vive enfrente... de perdis seríamos cuarenta. El altar, cuajado de velas y flores, calaveras, papel picado, sus braseros... En el centro la abuela y su plato de guayaba; el tío Germán y la tía Carmen con sus tequilitas; Rubén y sus Delicados; Rosalba y sus conchas; a Raúl, el ahijado de Luz, le pusieron charamuscas... Y luego las cazuelitas con mole, las tortillitas, las cervecitas... Ya de salida que saca el tío su celular y otros lo siguen y nos ponemos todos junto al altar, bien apretados, los niños adelante, para que salieran. Un rato pasamos con las fotos. Y yo tenía delante de mí a la güera y como quien no se da cuenta me le arrimé tantito; la sentía firme, perfumada. Y hasta creo que ella se me recargó. Mi teléfono lo traía el Félix, y nos estuvo retratando. Y ahora veo las fotos, todos están ahí. Todos menos la güera. |