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La costosa burocracia del IEV

E

l costo de la burocracia electoral para las alicaídas finanzas veracruzanas, personificado por la directora del Instituto Electoral Veracruzano (IEV), Carolina Viveros García, ha sido elevadísimo si se considera que desde 2005 –cuando se inició su gestión– ha administrado más de 2 mil 559 millones de pesos.

A la maestra Viveros García sólo le han tocado tiempos de vacas gordas, aunque esa voluminosa suma sólo podría justificarse en estricto sentido si se recuerda que le correspondió organizar tres procesos, dos intermedios (2007 y 2013) y la elección por la gubernatura (2010).

Sin embargo, de manera inexplicable, la elección de 2013, cuando se renovaron 50 diputaciones y 212 alcaldías, costó 762.6 millones de pesos, 160 más que la del 2010, cuando se eligió a la misma cantidad de munícipes y legisladores más el gobernador.

En los años en que ha estado al frente del instituto y no ha habido comicios, la gestión de Viveros García ha representado un gasto de unos 250 millones de pesos anuales en promedio, los cuales se han aplicado sustantivamente en prerrogativas para los partidos políticos y generosos salarios para la cara plantilla del IEV, que tiene en sus consejeros, demás nómina y en la propia presidenta una altísima factura. El más notorio ejemplo es ella misma, pues mantener su puesto cuesta al pueblo veracruzano unos dos millones de pesos anuales, haya o no comicios.

Esa dispendiosa actividad de administrar la democracia es insostenible en un escenario en que se plantea la eventual conveniencia de nombrar un gobernador por dos años para emparejar la elección de 2016 con la federal de 2018, con el argumento aparente de bajar el costo de las onerosas contiendas electorales en el estado.

Además, la toma de control del Instituto Nacional Electoral de sus similares estatales acabaría de tajo las aspiraciones releccionistas de Carolina y sus muchachos, acostumbrados a vivir del erario y aspirantes a seguir en la nomenklatura, claro está, colgados de jugosos salarios y viáticos que incluyen salidas al extranjero.

Por lo pronto, sin tener ya nada que hacer luego de las elecciones extraordinarias en tres ayuntamientos en junio pasado, Viveros García busca prorrogar hasta septiembre de 2015 su estancia en ese puesto mientras el INE nombra un sustituto.