Opinión
Ver día anteriorJueves 12 de junio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

Discriminación vaticana

Oaxaca, diferente a SLP

Campesinos en protesta

Asomo militar en el DF

Dinero

En asesinatos México disputaría el primer lugar

Tenemos asegurada la Copa en Twitter

Embarradero en la Línea Dorada

Julio Hernández López
Enrique Galván Ochoa
México SA

Economía: otro recorte

Banco Mundial: 15/23

FIFA asesora al Senado

De nuestras Jornadas

La atomización de la izquierda michoacana no tiene marcha atrás

Carlos Fernández-Vega
La Jornada Michoacán
Ciudad Perdida

Campaña de Cárdenas

Guerra de tribus

España: democracia simulada
E

l Congreso de los Diputados de España aprobó ayer, con 299 votos a favor, 19 en contra y 23 abstenciones, la ley que permite la abdicación de Juan Carlos de Borbón y que abre la puerta, desde el punto de vista legal, para el arribo de su hijo, Felipe de Borbón, a la jefatura del Estado. La luz verde legislativa al proceso sucesorio de la monarquía española contó con el respaldo de las dos principales bancadas: la del gobernante Partido Popular y la del Partido Socialista Obrero Español; la oposición, por su parte, corrió a cuenta de un puñado de legisladores nacionalistas y de izquierda.

Miguel Ángel Velázquez
El Correo Ilustrado

El surrealista Buró de Crédito

I

nicié los trámites ante un banco para obtener un crédito hipotecario, pero se me informó que no podía ser otorgado por que el reporte del Buró de Crédito presenta un adeudo por 107 mil 776 pesos, mismo que no reconozco.

Premio Arthur Svensson al valor y la dignidad
E

xisten varios premios internacionales de validez y trascendencia generales. Uno de ellos, el más connotado, es el Premio Nobel, que se otorga cada año a personas que lleven a cabo el mayor beneficio a la humanidad o hayan dado una contribución notable a la sociedad. Éste lo decide la Academia Sueca cada año y se entrega en Oslo, capital de Noruega. Hay diversos reconocimientos de otros países que tienen una gran validez internacional.

Napoleón Gómez Urrutia
Autoritarismo gubernamental y judicialización de los derechos
E

l autoritarismo de la administración federal y de los estados de la República está obligando a los mexicanos –ciudadanos, organizaciones y comunidades indígenas– a acudir a los tribunales como una forma de defender sus derechos patrimoniales, de los que desde hace años se les despoja sin ningún recato para favorecer a las empresas que buscan apropiarse de él. La violación de los derechos humanos reconocidos en la Constitución federal y los tratados internacionales es de tal magnitud que cada día son más los tribunales administrativos, agrarios y de amparo que dan la razón a los reclamantes, ordenan proteger sus derechos y requieren a las autoridades responsables para que dejen de realizar los actos que los violentan. Pero lo que las autoridades judiciales dan al dictar sus resoluciones lo quitan las ejecutivas a la hora de dar cumplimiento a ellas.

En educación, una evaluación sin valores
L

a evaluación consiste en determinar valores; por tanto, si alguien tiene la responsabilidad de elaborar un planteamiento sólido acerca de los valores de la educación, ese es el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Sin embargo, este instituto no ha asumido este reto y para valorar la educación en México ha adoptado, sin el menor análisis ni crítica, la charlatanería del capital humano (véase su informe El derecho a una educación de calidad. Informe 2014, página 103 en adelante).

Francisco López Bárcenas
Manuel Pérez Rocha
Migración, reflejo de las crisis en seguridad y economía
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l gobierno estadunidense informó que se encuentra enfrentando una situación humanitaria urgente ya que desde 2011 el número de niños sin acompañante (6 mil 560 en ese año) que se adentran en su territorio de manera ilegal desde México se ha cuadruplicado.

Podemos
S

i se observan con cuidado las protestas en España o en Brasil se reconocerán algunos elementos comunes que hablan de un desfase creciente entre las instituciones del Estado y una parte significativa de la ciudadanía. La actitud derogatoria ante la política y los grandes partidos define tanto a los nuevos movimientos salidos a las calles, como al hartazgo pasivo de aquellos ciudadanos que se encierran en el abstencionismo, en la indiferencia que no elude la irritación. Todos reaccionan ante la prolongada crisis que altera o socava las formas de convivencia, desarticulando las bases de sustentación de la cohesión social. Sea por el éxito para saldar las cuentas extremas de la pobreza en el país amazónico o como resultado de la degradación del viejo estado de bienestar en la Unión Europea, lo cierto es que hoy se alzan contra el sistema fuerzas insatisfechas que reclaman nuevos espacios, poniendo en un predicamento las fórmulas que hasta ayer garantizaron la gobernabilidad. Unos buscan una épica capaz de traer de vuelta el sentido moral de la existencia; otros la destrucción, verbal por ahora, de ese mundo laxo en el cual se consumen persiguiendo el señuelo de la modernidad que escapa a toda velocidad. Izquierdas y derechas repuntan en las elecciones, quebrantando equilibrios que parecían muy sólidos, pero en definitiva la matriz en la cual se incuba la crisis que las determina permanece sin cambios, atenazada a la idea de que la salida está en la profundización del modelo, no en su sustitución. No obstante, a pesar de los catecismos económicos dominantes, el tema de la desigualdad deja de ser un problema de los que menos tienen para convertirse en un modo de ser universal del orden global. Si el libro de Piketty se convierte en un best-seller, más allá del valor teórico o analítico de sus previsiones, es porque existe ya una suerte de sentido común que no se engaña en cuanto a la concentración de la riqueza en una minoría que no rebasa uno por ciento de la población. Mientras, los gobiernos actúan como si fueran instrumentos ciegos de las pulsiones de la economía, según la conciben y dirigen los centros de poder, alejándose de la ciudadanía a la que dicen servir. Todo está al servicio de ese fin, pues según esa visión, fuera de lo conocido, no hay alternativa.

Simón Vargas Aguilar*
Adolfo Sánchez Rebolledo
Bolivia, capital de los pueblos del Sur
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n unas horas, los días 14 y 15 de junio, sesionará la Cumbre del Grupo de los 77 más China (G77) en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Reunirá la mayor parte de los estados miembros de la ONU, que forman el sur político, pues al grupo, fundado en 1964, pertenecen 133 de los 193 estados participantes del organismo internacional, con casi 60 por ciento de la población mundial.

Energía: ¿armas para el diálogo?
C

on una población y economía devastadas por 30 años de neoliberalismo la oligarquía mexicana y las grandes petroleras se preparan, bajo la coraza de los Programas de Ajuste Estructural (PAE) auspiciados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos (FMI-Banco Mundial-BID) a consumar, en medio del Mundial de futbol, el asalto final sobre el sector petro-eléctrico, principal eje de acumulación del país. Lo hacen cuando se develan grandes escándalos de corrupción tipo Oceanografía, que tenderán al aumento por la politización de los reguladores del ramo contenida en las leyes secundarias y la privatización de créditos a los contratistas bajo sutiles diseños de Goldman Sachs, Citigroup et al. Todos los señalamientos del BM de que la expansión del mercado y la desregulación son poderosos instrumentos para controlar la corrupción se hundieron hace décadas en el fango y la putridez que acompañan las privatizaciones en el orbe.

Ángel Guerra Cabrera
John Saxe-Fernández