Opinión
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Premio Arthur Svensson al valor y la dignidad
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xisten varios premios internacionales de validez y trascendencia generales. Uno de ellos, el más connotado, es el Premio Nobel, que se otorga cada año a personas que lleven a cabo el mayor beneficio a la humanidad o hayan dado una contribución notable a la sociedad. Éste lo decide la Academia Sueca cada año y se entrega en Oslo, capital de Noruega. Hay diversos reconocimientos de otros países que tienen una gran validez internacional.

Ayer, miércoles 11 de junio de 2014, como primer mexicano y latinoamericano que muy honrosamente lo recibe, me fue entregado en Oslo, Noruega, el Premio Internacional Arthur Svensson por la Defensa de los Derechos Sindicales de este año, por un grupo de organizaciones aliadas de Industri Energi, IE, agrupación noruega integrada a la IndustriALL Global Union, que representa a 50 millones de afiliados en más de 100 países.

El Premio Internacional Arthur Svensson por la Defensa de los Derechos Sindicales es considerado el Premio Nobel del Sindicalismo por las más importantes agrupaciones y federaciones de trabajadores del mundo que seleccionan al merecedor, como la destacada IndustriALL Global Union, la Confederación Sindical Internacional (CSI), los United Steelworkers de Canadá y Estados Unidos (USW), así como el sindicato minero de México y numerosas organizaciones de todos los continentes, que en conjunto representan a cerca de 200 millones de trabajadores en más de 100 países.

Arthur Svensson (1930-2008) fue uno de los líderes sociales y políticos más importantes en Noruega, quien además de destacarse como un genuino luchador sindical, se distinguió como un promotor de la paz internacional, el desarme y un mundo libre de armas nucleares. Noruega y los demás países escandinavos son los que tienen el más alto grado de sindicalización en el mundo.

Svensson falleció en 2008 y su agrupación Industri Energi instituyó en su honor en 2010 este reconocimiento. La presea fue creada en el periodo del pleno resurgimiento de los sindicatos en el mundo, tras varias décadas en que dentro de la globalización económica neoliberal prevaleció una política antisindical en el planeta, que lamentablemente es un fenómeno del que México no se ha recuperado. Ese renacimiento fue una reacción creativa frente al imperio de los intereses de los poderosos conglomerados económicos multinacionales que habían provocado un ataque permanente y el decaimiento de los sindicatos.

En años anteriores, esta presea se otorgó a destacados luchadores sindicales como Wellington Chibebe, dirigente de la Confederación de Sindicatos de Zimbabue; y Shaher Saed, líder de la Federación de Sindicatos de Palestina. El premio para mi persona fue seleccionado entre 33 destacados dirigentes y promotores de los derechos de los trabajadores. La propuesta de mi candidatura –como heroico dirigente de los trabajadores mineros de México, según señaló el comité de premiación– fue presentada en diciembre de 2013 por Jyrki Raina, líder de IndustriALL Global Union, quien anunció públicamente en México el otorgamiento del galardón en la marcha del 1º de mayo de este año en el Zócalo de la capital mexicana.

En la determinación de Industri Energi para entregarme el Premio Arthur Svensson 2014 se fundamentó: Por su enérgica denuncia del homicidio industrial en Pasta de Conchos, Napoleón ha sido perseguido por la alianza empresarial-gubernamental. A consecuencia de esta persecución, este importante dirigente se ha visto obligado, desde 2006, a dirigir el sindicato minero desde el exilio en Vancouver, Canadá. Las autoridades mexicanas impusieron esta prohibición de viajar como parte de una salvaje campaña contra los mineros. Acusaciones judiciales falsas hechas por las autoridades mexicanas han puesto a Napoleón en la lista de alerta roja de la Interpol desde 2006. Aunque los mineros han logrado desechar repetidamente las acusaciones falsas, las autoridades hacen apelaciones y abusan del mecanismo de Interpol para prolongar el exilio de Napoleón.

En marzo de 2013 fue cancelada esa ficha roja por la secretaría general de Interpol y ante un nuevo intento de la PGR de México para restablecerla, el 26 de febrero de 2014 fue rechazada esta solicitud, lo cual confirmó la persecución política en mi contra y es una vergüenza que daña la imagen de México en el exterior.

El Premio Svensson de 2014 sigue a la prestigiada presea Meany-Kirkland, otorgada en noviembre de 2011 a mi persona por la Federación Estadunidense del Trabajo, AFL-CIO, la más importante federación sindical de Estados Unidos de América. Ambos galardones me honran profundamente y me comprometen a seguir luchando por los derechos de los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos mexicanos, y en general de la clase obrera de México y del mundo, ya que los considero reconocimientos que se nos hacen por la inquebrantable lucha que hemos desarrollado y seguimos realizando en estos tiempos.

Hago notar cómo los medios de comunicación y prensa de México han ignorado mezquinamente, casi por completo, con la sola, muy honrosa y valiente excepción de La Jornada y de algunos periodistas individuales, la entrega y la significación de esta presea mundial a mi persona y a los mineros de México. Es evidente que algunas empresas poderosas en dinero, pero indigentes y miserables en principios y valores sociales, han sometido una vez más al silencio a los medios de comunicación que tienen a su servicio.

Hay por ahí algunos periodistas manipulados que en el colmo de la ignominia han pretendido descalificar este premio sólo por su reciente creación en 2010. Pero muy por encima de la nula calidad moral de esas personas, el Premio Svensson es la inmensa expresión de una dignidad y una solidaridad obreras que rebasan los estrechos alcances de esos opinantes. Éstos actúan con la única pretensión de chantajear al actual gobierno de México para que no resuelva con justicia el conflicto minero, inconscientes de que la derrota será el resultado final justo que les aguarda a ellos y a sus amos antisindicales. La victoria es y será nuestra. Lo dicen Svensson y el mundo entero.