Aunque el gobierno federal entrega televisores digitales que servirán para que la población tenga acceso a Internet, la estrategia de cómo la población más pobre del país podrá conectarse a la red apenas está en planteamiento y se anunciará en su momento, señaló la encargada del programa México Conectado, Mónica Aspe Bernal.

La funcionaria dijo que los 13.8 millones de televisores que entregará el gobierno federal no son una dádiva, sino la vía para cumplir con el apagón analógico a más tardar el 31 de diciembre de 2015, porque ese es el mandato constitucional, de tal forma que si no están conectados a Internet no puede decirse que estarán subutilizados. El presupuesto calculado hasta ahora es de 26 mil millones de pesos.

Durante su participación en la cumbre Latinoamericana Satelital de Comunicaciones y Radiodifusión (LATSAT), Mónica Aspe señaló que cuando se le pregunta a 60 por ciento de los mexicanos que no tienen Internet por qué no contaban con ese servicio, 59 por ciento responde que no pueden pagarlo.

Mónica Aspe destacó que además de que a la población no le alcanza el dinero para pagar el servicio de Internet hay otros factores que contribuyen a que no lo usen, como la falta de entendimiento de la tecnología y capacitación. Pero la primera razón es la económica: no me alcanza es la justificación de política-pública para llevar este acceso de Internet gratuito, a través de nuestros sitios públicos, y destacó que tiene que ser por medio de sitios públicos porque no hay dinero público que alcance, y no haría sentido conectar los hogares de las persona directamente, sino más bien llegar vía los sitios públicos, como escuelas, hospitales, bibliotecas, refirió.

Ante la necesidad de conectar a la población el gobierno mexicano decidió no entregar sólo decodificadores para la transición a la televisión digital terrestre (TDT), sino que llevará a los hogares de la población más pobre televisores digitales con tecnología para conectarse a Internet, pero eso ocurrirá en el futuro, porque ahora el objetivo es cumplir con el mandato constitucional del apagón analógico, precisó Aspe, en entrevista posterior a su ponencia.

Lo que necesitamos ahora es que la población tenga la capacidad de recibir la señal digital para que el órgano regulador pueda llevar a cabo los apagones regionales como están planteados en el programa y poder migrar todo el país a la TDT antes del 31 de diciembre de 2015. Las televisiones adicionalmente tienen puertos USB y HDMI que nos pudieran permitir darles acceso a Internet, pero este es un proyecto que está en proceso de diseño y que en todo caso anunciará el secretario Gerardo Ruiz Esparza más adelante, sin que haya fecha tentativa.

Insistió en que el objetivo de entregar televisores digitales es lograr la transición a TDT, lo que nos ofrece con la convergencia es la posibilidad futura de conectar esos equipos a Internet, dijo y consideró que hay muchas voces alrededor de este programa, pero el objetivo primario es el apagón analógico.

Los televisores que el gobierno federal entrega tienen la tecnología para captar la señal digital que será la única que operará en el país cuando se apague la analógica, y también tienen capacidad para conectarse a la red, pero la población requerirá por lo menos de un dispositivo que les permita hacer la conexión a Internet, un teclado y contratar el servicio o disponer de él mediante algún programa o subsidio gubernamental, elementos que tendrán que definirse.

De manera paralela el gobierno tiene el programa México Conectado, que consiste en conectar a la red escuelas, hospitales y diversos sitios públicos mediante las tecnologías disponibles como la fibra o la satelital, por lo que Mónica Aspe señaló que este proyecto a su cargo y el de TDT son integrales, pero en este momento el objetivo del gobierno es cumplir con el mandato constitucional del apagón analógico.

Aspe Bernal dijo que uno de los grandes problemas para conectar a México es que se trata de un país muy disperso, con 192 mil localidades, de las cuales 930 tienen entre 5 mil y 10 mil habitantes. Detalló que mientras en las escuelas urbanas hay matriculas de 500 o mil alumnos, hay rurales con cinco o 10 estudiantes, se trata de zonas a las que no llegan los operadores comerciales de Internet y a los que es necesario llegar con tecnología satelital, lo que refleja que la brecha digital rural es más amplia que la urbana.