Río de Janeiro, 5 de julio.

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, sostuvo que fue un error emplear 12 subsedes: Somos un país muy grande. Nos equivocamos. Debimos haber elegido menos ciudades.

A una semana de iniciar el torneo hay varios estadios sin terminar. Afuera de ellos se sigue trabajando en las calles y las aceras, y todavía se erigen las zonas para la prensa y los patrocinadores.

Brasil está invirtiendo unos 11 mil 500 millones de dólares en el certamen mundialista, incluidos 4 mil millones usados para construir o renovar los 12 estadios.

La FIFA exige sólo ocho sedes, pero los políticos brasileños decidieron que hubiera partidos en todo el país y construyeron cuatro inmuebles nuevos que pasarán a ser elefantes blancos después del Mundial, pues no serán usados.

Nuestra reputación se vio afectada. Cuando no tienes todo listo eso representa un gran daño, lamentó Paes, y aunque también pronosticó que habrá protestas y defendió el derecho de la gente a manifestarse, aseguró que Tendremos una gran Copa.

Paes, pieza clave en la organización de los Juegos Olímpicos de Río 2016, habló sobre las demoras que afectan también a esa justa.

No ocultamos nuestros problemas, dijo en alusión a las favelas pegadas a zonas de gente pudiente, sobre todo en el sur de la ciudad. Hay desigualdad, la vemos en todos lados, afirmó.