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Penultimátum

Los delirios de Rupert Murdoch

E

l australiano Rupert Murdoch (82 años) posee uno de los emporios periodísticos más grandes del mundo: News Corporation. Sus periódicos sobresalen por su amarillismo. En años recientes se ha visto envuelto en diversos escándalos porque reporteros de sus publicaciones obtuvieron información recurriendo a prácticas prohibidas en la legislación inglesa. Murdoch también influye en el mundo político y es bien sabida la amistad y el apoyo que brindó al ex primer ministro Tony Blair. Hasta es padrino de su hija Grace.

Pero esa amistad se rompió recientemente por la relación amorosa que Blair (61 años) entabló con Wendi Deng (45 años), cuando ésta era esposa del magnate. La relación precipitó el divorcio que firmaron en noviembre pasado. Por un acuerdo prenupcial ella obtuvo unos 400 millones de dólares. Un pellizco a la fortuna de Murdoch, calculada en 12 mil millones de dólares.

La historia de esa relación se abstuvieron de contarla los diarios londinenses de Murdoch, expertos en descubrir los deslices amorosos de los políticos y funcionarios. Pero de ella informaron otros medios, como The Mail on Sunday, que contó cómo Tony y Wendi pasaron varios fines de semana juntos en 2012 y el año pasado en las mansiones que Murdoch tiene en Londres, Los Ángeles y Nueva York, sin que él lo supiera.

Uno de los amigos cercanos de Murdoch aclaró que éste actuó en este asunto de un modo muy cuidadoso, no a la ligera... Cualquiera que piense que ha tomado al mismo tiempo la decisión de romper su matrimonio y su larga amistad sin una causa justificada, está simplemente equivocado. En cambio, amigos del ex primer ministro aseguraron que Murdoch está haciendo circular ridículas historias sobre Wendi y Tony que no son verdad. Las calificaron de delirios de un hombre triste y viejo.

La ruptura de Murdoch y Blair tiene también un alcance político. Cabe recordar que el australiano apoyaba a los gobiernos conservadores. Pero en 1997 se dejó seducir por el líder laborista, a quien respaldó en su exitoso ascenso político. Lo calificó como una bocanada de aire fresco para Inglaterra. Sin embargo, tuvieron sus diferencias ideológicas en asuntos sociales y por el matrimonio gay, por ejemplo. Mas entre ellos había, señala Blair, dos puntos de conexión: “era un outsider y tenía un par de pelotas”.

Emulando el estilo noticioso del emporio Murdoch, el periódico Daily Mail recién reveló el contenido de algunos de los 300 correos electrónicos que se intercambiaron Blair y Wendi durante su relación cuando ésta todavía era esposa del magnate. Y muestran que fue cierta, intensa, poniendo en problemas al matrimonio del ex primer ministro.

Al rey del amarillismo y el chantaje los medios del mundo le sirven ahora una sopa de su propio chocolate.