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Cooperación México-EU puede ayudar a detener el VIH/sida
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propósito de la conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el día primero de este mes, puede afirmarse que no hay un elemento de la relación bilateral más importante entre México y Estados Unidos que el de la salud. No hay dos países en el planeta que compartan tantas personas como Estados Unidos y México. Aproximadamente un 10 por ciento de mexicanos viven en la actualidad en Estados Unidos, un millón de ciudadanos estadunidenses se han retirado a vivir en México, y decenas de millones de personas cruzan la frontera México-Estados Unidos cada año. Como resultado, los problemas de salud que afectan a un país inherentemente afectan al otro. El VIH/sida no es la excepción.

Ambos países han hecho grandes avances en el tratamiento y prevención del VIH/sida y en los recientes 10 años han expandido los sistemas de salud. Hoy podemos afirmar con confianza que cualquier persona que vive con VIH en México o en Estados Unidos tiene acceso a medicamentos que salvan vidas. Este acceso, sin embargo, no quiere decir que todos los que necesitan medicamentos para este mal los estén tomando. Nosotros sólo podemos poner fin a la epidemia, cuando todas las personas infectadas con el VIH conozcan su estado, entren y permanezcan en atención médica, comiencen y continúen tomando sus medicamentos prescritos.

La investigación muestra que personas que viven con VIH, cuya infección fue detectada en fase temprana, que comienzan el tratamiento y toman constantemente sus medicamentos –sin esperar hasta años después de contraer la infección cuando ya están muy enfermos– pueden tener una esperanza de vida útil. Ellos pueden ser miembros productivos y saludables de nuestras familias, sociedades y economías. Además, las personas con VIH positivo tienen 96 por ciento menos probabilidad de infectar a otras personas si su uso constante de medicamentos hace que la cantidad de virus en sus cuerpos caiga por debajo de los niveles detectables. Si nosotros podemos ayudar a todos los que viven con el VIH en los dos países de manera que conozcan su estado, obtengan medicamentos y sigan tomándolos, podríamos poner fin a la epidemia en una generación.

Nuestros dos países se centran ahora en la necesidad de que todas las personas que viven con el VIH conozcan su estado y tengan acceso a medicamentos que salvan vidas. Ambos países se encuentran estimando y supervisando cuidadosamente sus porcentajes de personas que no saben que están viviendo con el VIH; otras que conocen su estado, pero no reciben la atención médica; otras que reciben la atención médica, pero no están tomando medicamentos; y otras que están tomando medicamentos, pero que todavía no pueden controlar su virus. En ambos países más de 20 por ciento de las personas que viven con VIH no conocen su estado. En Estados Unidos, los latinos son diagnosticados tarde en el curso de la infección, lo que limita los beneficios de un tratamiento temprano. Ambos países están tratando de mejorar cada paso en este tratamiento continuo del VIH al aumentar el acceso a las pruebas, la vinculación con las clínicas y mantener al paciente en el cuidado médico. La mejora de estas estadísticas significa que ambos países tienen que hacer la prueba del VIH y hacer que sea más fácil acceder a la atención y tratamiento de abuso de sustancias y eliminar otras barreras y, lo más importante, reducir el estigma.

Ambas naciones debemos compartir nuestras historias de éxito y nuestros desafíos, ya que compartimos una frontera y personas. Una intervención para mejorar el acceso a la atención del VIH para las mujeres en la ciudad de México también puede funcionar para las mujeres similares en Los Ángeles. Un programa para retener jóvenes latinos en la atención del VIH en Texas podría demostrar potencial en Chihuahua. Nosotros sólo aprenderemos de nosotros mismos si ambos tenemos mecanismos formales e informales para compartir nuestras experiencias. A través de este tipo de colaboración es que podemos ayudar a terminar con la epidemia en nuestros dos países, en el continente y, en última instancia, en el mundo.

* MBA Director asociado, del Centro de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades. Escuela de Medicina David Geffen de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles)

** MD Director médico, Clínica Condesa, ciudad de México

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