Ante el incremento en la tarifa del Metro de tres a cinco pesos a partir del próximo 13 de diciembre, las posiciones de los usuarios de este sistema de transporte son diversas.

Existen voces a favor y en contra; no obstante, todos coinciden en que el aumento debe ser en beneficio de las millones de personas que utilizan ese transporte todos los días.

Entrevistados en diversas zonas de las delegaciones Tlalpan, Coyoacán y Benito Juárez, comentaron que deberán hacer un sacrificio para pagar más, que era necesario o que la consulta (para saber si se incrementaría el costo) fue sólo una simulación, porque ya lo tenían decidido.

Sin embargo, la voz unánime fue la exigencia de transparencia en la utilización de los recursos que se obtengan de dicha alza.

Juan Cárdenas es estudiante de arquitectura, tiene 25 años. En su opinión pese a tener que hacer un sacrifico, considera el aumento adecuado y prudente si las instalaciones del Metro mejorarán considerablemente.

Es correcto, si ese dinero se invierte bien y mejoran las instalaciones. Si es así creo que es válido.

Sin embargo, nos va a pegar bastante en la economía, porque muchísima gente usamos el Metro, estimó.

Para Rosa María Vargas el incremento sólo debió ser de un peso y no de dos como se decidió.

La decoradora de interiores de 60 años considera que los serios problemas de dicho transporte tienen que ver con “malos manejos (de los recursos) durante muchos años.

Tal parece que todo el dinero se lo lleva el gobierno; en las instalaciones hay inundaciones, goteras, está sucio y se ponchan las llantas. Por eso lo importante es que no se usen (los recursos) para llenar el bolsillo del gobierno o del sindicato, sino que de verdad sirva para mejorar, argumentó.

Cristina Barragán, empleada, 35 años

Juan Cárdenas, estudiante, 25 años

Cirilo Chávez, empleado, 50 años

Rosa María Vargas, decoradora, 60 añosFoto Mariana Suárez

Como ciudadana, espera ver resultados positivos en los próximos seis meses para saber si este aumento sirvió de algo, de lo contrario, dijo, sólo será una promesa más sin cumplir.

Por su parte, Cristina Barragán confía en que el incremento a la tarifa servirá para comprar trenes y que los tiempos de traslado serán menores.

A mí en lo personal se me hace muy barato el costo del boleto en tres pesos, pero entiendo que hay gente que no lo puede pagar y para ellos sí es mucha la diferencia, pero si es para un mejor funcionamiento de todo, estoy de acuerdo.

Su confianza no es ciega, ya que su disposición a pagar lo que ella considera justo, dependerá de que en breve se vea otro tipo de servicio, y ahí se sabrá si fue sólo una simulación hacer una consulta ciudadana, donde parece que finalmente ellos son los que deciden y ni nos toman en cuenta.

El caso de Cirilo Chávez es distinto. Tiene 50 años y gana el salario mínimo. Se muestra resignado ante un incremento del que asegura no estar de acuerdo.

Qué podemos decir si ya es un hecho, aunque no queramos ya está. No me parece justo con lo que tenemos de sueldo. Se gana muy poco y ahora voy a dejarlo todo en transporte.

Dice no tener confianza en que mejorará el servicio, por lo que pidió al gobierno pensar en quienes no tenemos posibilidades, porque subrayó, si se acepta (el alza), en unos años otra vez nos van a decir que es necesario subirlo y un día va a costar 10 pesos.

Desde que se dio a conocer la noticia del incremento en la tarifa, las redes sociales fueron un foro de debate ciudadano con posiciones encontradas.

La polémica trascendió en hashtags como #NoalAumento, #Metro, #TarifaMetro, e incluso se anunciaron movilizaciones para protestar en contra de la iniciativa.