Economía
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En sólo cinco años la deuda foránea subió a 42% del total de ingresos que entran al país

México se hace más vulnerable ante los choques del exterior: S&P

La calificadora mantuvo el grado de inversión con reducida posibilidad de incumplimiento

Prevé un crecimiento del PIB mexicano de sólo 1.5% sujeto a riesgo negativo adicional

 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de octubre de 2013, p. 28

Al mismo tiempo que la economía pierde fuerza, la debilidad del país para hacer frente a los choques extenos va en aumento, según el diagnóstico que hizo este jueves Standard and Poor’s (S&P). La vulnerabilidad externa de México aumentó en el último año debido al sostenido incremento de la deuda contratada por el sector público con inversionistas extranjeros que adquieren bonos gubernamentales en el mercado local, añadió.

En sólo cinco años la deuda externa neta ha ido en aumento hasta ser ahora equivalente a 42 por ciento del total de ingresos que llegan al país cada año por comercio exterior, turismo, transferencias financieras y remesas. Hace cinco años el endeudamiento era similar a 32 por ciento del conjunto de esos ingresos, que están agrupados en la cuenta corriente de la balanza de pagos, añadió.

La firma financiera decidió este jueves mantener en grado de inversión, es decir, con una reducida posibilidad de incumplimiento de pago, la calificación que otorga a los instrumentos de deuda que emite el gobierno, no sin antes apuntar que las propuestas de reforma fiscal y energética –y no una de ellas de manera aislada– pueden mitigar, una vez aprobadas, las limitaciones que ahora enfrenta la valoración sobre la capacidad de pago de la deuda gubernamental.

Ambas reformas –la fiscal y de energía– han demostrado ser políticamente desafiantes y difíciles de aprobar durante la última década, mencionó Standard and Poor’s. La firma prevé un crecimiento real del PIB de México de sólo 1.5 por ciento en 2013, sujeto a cierto riesgo negativo adicional.

Aumenta dependencia de acreedores extranjeros

Inversionistas extranjeros han elevado a 135 mil millones de dólares su participación como acreedores del gobierno en el mercado de bonos. La cifra, añadió S&P, es superior a los 121 mil millones de dólares reportados en diciembre de 2012 y a los 69 mil millones de dólares de 2011, añadió. Estas cantidades se refieren a las compras de bonos emitidos por el gobierno en el mercado local de deuda y es diferente a los pasivos contratados directamente en el exterior, que conforman la deuda externa pública.

“Como resultado de este incremento en la participación de extranjeros, la deuda externa del país, neta de activos líquidos, aumentó a 42 por ciento de los ingresos de la cuenta corriente en 2012, nivel mayor al promedio de 32 por ciento durante los cinco años anteriores, agregó.

Este jueves, Standard & Poor’s confirmó las calificaciones que otorga a la deuda contratada con respaldo del gobierno mexicano, valoración que mide la posibilidad de incumplimiento de pago. Para los papeles emitidos en moneda extranjera de largo plazo, la valoración fue de BBB y de corto plazo de A-2, y en moneda local de largo plazo de A- y de corto plazo de A-2. La perspectiva de las calificaciones, que están dentro del rango del llamado grado de inversión, se mantiene positiva a largo plazo, informó.

Las calificaciones de México reflejan su historial de políticas fiscales y monetarias cautelosas que han contribuido a que el país mantenga bajos niveles de déficit gubernamentales e inflación, así como también han impulsado la resistencia económica y han contenido los niveles de deuda fiscal y externa. Sin embargo, la limitada flexibilidad fiscal del país y su panorama de modesto crecimiento en el mediano plazo limita las calificaciones, planteó.

Una tercera parte de los ingresos presupuestales totales del país provienen del sector petrolero, lo que hace al gobierno vulnerable ante la volatilidad de los precios del petróleo y las caídas potenciales en la producción petrolera a mediano plazo, apuntó. Además, la base tributaria no petrolera es baja, al ser equivalente a 9 o 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) y durante mucho tiempo ha sido políticamente desafiante tratar de extenderla, agregó.

Las propuestas de las reformas fiscal y de energía, presentadas por la administración del presidente Enrique Peña Nieto, actualmente en discusión en el Congreso, podrían mitigar estas limitaciones de las calificaciones, consideró.