Sociedad y Justicia
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Caminar por la calle, más peligroso que volar, asegura

Padece aerofobia 10% de la población, según especialista

Pueden superarse, pero advierte sobre tratamientos por Internet

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Un avión de US Airways realizó el sábado un aterrizaje de emergencia sobre el centro de su fuselaje en el aeropuerto internacional de Newark tras una falla técnica al llegar a tierra, pero nadie resultó herido según funcionarios de la aerolínea. Imagen tomada de la tvFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 20 de mayo de 2013, p. 36

Las probabilidades de morir en un vuelo de una línea comercial son de una en un millón, y de acuerdo con estudios comparativos es más peligroso caminar por la calle o incluso estar en casa que viajar en avión. No obstante, la aerofobia o miedo a volar es una realidad para muchas personas.

Benjamín Domínguez Trejo, doctor en sicología y catedrático de la división de investigación y posgrados de la Facultad de Sicología de la UNAM, señaló que entre 8 y 14 por ciento de la población puede experimentar algún tipo de fobia.

Esto debido a la capacidad del cerebro, el cual puede asociar el miedo a cualquier estímulo, y acotó que las fobias son más comunes en mujeres debido a que poseen un cerebro con mayores conexiones para estímulos sociales que los hombres.

En entrevista con La Jornada, el experto indicó que ese es el caso del miedo a volar, el cual algunos estudios refieren que podría afectar a casi 10 por ciento de la población general en diversos niveles, desde la ansiedad que provoca realizar un viaje hasta el pavor de subirse a un avión y que genera en la persona que lo padece intensas manifestaciones físicas, entre ellas acelación del ritmo cardiaco y sudoración excesiva, entre otros.

Claudia Quijas, integrante de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), indicó que todos los sobrecargos reciben capacitación para atender problemas de diversa índole en un vuelo y admitió que le han tocado algunos casos de personas que tienen miedo a volar, pero que deben hacerlo, particularmente por razones de trabajo. Señaló que la intervención suele ser con base en el diálogo con el pasajero afectado, haciéndole ver lo seguro que es volar en relación con otros medios de transporte y precisó que si eso no resulta se recurre a ofrecer algún refrigerio, los cuales indicó tienen el poder de distraer la mente, y a veces calman a este tipo de pasajeros, aunque también emplean simples técnicas de relajación.

Se calcula que actualmente el transporte aéreo moviliza casi 2 mil millones de pasajeros al año. A escala global se estima que por cada millón de operaciones ocurren aproximadamente 0.75 accidentes de todo tipo desde percances hasta catástrofes aéreas.

Entre las causas más frecuentes de accidentes aéreos están las fallas humanas, casi 68 por ciento de los casos; las causas desconocidas, 14 por ciento, y los percanses técnicos, 18 por ciento.

Diversas estimaciones indican que viajar en avión es 29 veces más seguro que viajar en automóvil, unas 18 veces más seguro que estar en casa, 10 veces más seguro que estar en el trabajo y ocho veces más seguro que caminar por la calle.

Natalia es una joven profesionista que por razones de trabajo debe realizar travesías aéreas a menudo, pero su fobia a volar la limita e incluso ha pensado que prefiero renunciar a seguir con esta situación. Indicó en entrevista que durante el primer año en su empresa no tuvo problema porque no viajaba. Pero con su ascenso, en meses recientes la situación cambió y se encuentra ante la disyuntiva de cambiar de trabajo o comenzar una terapia sicológica para manejar el miedo.

Domínguez Trejo indicó que una fobia es un miedo intenso e incontrolable, del cual muchas veces los pacientes pueden hablar de manera muy elocuente y comentar las explicaciones por las que creen tenerla, pero al exponer a estas personas a ciertos estímulos se descomponen totalmente.

Acotó que debido a que se puede desarrollar fobia a cualquier cosa, debido a las conexiones inconscientes que puede hacer el ser humano, a veces las situaciones pueden incluso considerarse chuscas.

Narró el caso de un paciente; un hombre fornido, atlético y de un metro 80 con fobia a los cacahuates. Dicha persona sufrió tortura, la cual experimentaba con los ojos vendados. En la terapia descubrimos que en esas sesiones uno de sus torturadores solía comer cacahuates japoneses, y entonces inconscientemente relacionaba el maltrato con los cacahuates.

Indicó que las fobias pueden superarse por medio de tratamiento sicológico, por medio de desensibilización sistemática, método que consiste en acercar gradualmente a la persona a la situación que produce miedo. Con esa táctica el paciente aprende a controlar el miedo que desata la fobia.

De acuerdo al sicólogo una fobia puede superarse con entre nueve y 15 sesiones en promedio, pero comentó que le tocó atender a una paciente que ya había estado 10 años en terapia: la esposa de un piloto de línea aérea. Explicó que el miedo se controla al aprender a producir un cambio en el estado fisiológico, y en lugar de producir miedo generar serenidad y relajación, lo que se logra con técnicas sicológicas de retroalimentación biológica.

Detalló que tener miedo es algo normal y benéfico, porque las reacciones de miedo en principio son protectoras, nos preparan para alejarnos de posibles peligros y por ello en estos tratamientos no les quitamos el miedo a las personas, les enseñamos a modular la intensidad de la reacción de miedo, a desaprender una reacción.

Resaltó que pese a la intensa manifestación de miedo nadie podría morir por una fobia, pero comentó que si ese temor se conjunta con algún padecimiento cardiaco, por ejemplo, la situación podría tener un desenlace fatal.

Quijas refirió que cuando se encuentran con pasajeros fóbicos, que tienen enfermedades adyacentes, de ser necesario se les conmina a no viajar y relató lo ocurrido con una pasajera que se puso tan mal que debieron acceder a su petición de abandonar el avión, pese a estar listos para el despegue.

La aerofobia puede mezclarse con la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados). Tal fue el caso de una mujer adulta mayor, que en vuelo intentó abrir la puerta de salida del avión, relató Quijas, quien agregó que la señora incluso les ofrecía unos dolaritos para que la dejaran salir.

Dominguez Trejo descartó que estas aversiones u otros problemas sicológicos puedan superarse con los tratamientos ofertados a través de Internet, porque el intercambio personal es el que ayuda a controlar los temores. De hecho para esta fobia existen diversos programas en línea, y algunos incluyen realidad virtual, es decir ponen al paciente ante los escenarios que les provocan la fobia.