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Intentan clonar especies extintas con muestras conservadas en museos

Ayer se cumplieron 60 años de que se describió la estructura del ADN
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de abril de 2013, p. 3

Londres, 25 de abril.

Hace 60 años, el 25 de abril 1953, Francis Crick y James Watson describieron por primera vez la estructura del ADN (ácido desoxirribonucleico), la famosa molécula en forma de doble hélice que contiene el patrimonio genético de toda forma de vida.

Hoy día, algunos expertos intentan clonar especies extintas a partir de antiguas muestras de ADN conservadas en museos.

En marzo, expertos del proyecto australiano Lázaro anunciaron que recuperaron núcleos muertos de las células de una extraña y pequeña rana, presuntamente extinta desde 1983, para inyectarlos en la célula desnucleada de una especie cercana, aún en vida.

Congelado durante 40 años, el material genético de la rana Rheobatrachus silus volvió a la vida, como el Lázaro bíblico. Algunas células huevo, creadas de esta manera, comenzaron a multiplicarse formando embriones.

Y aunque todos los embriones clonados murieron a los pocos días, los investigadores están convencidos de poder resucitar milagrosamente a esta rana.

En el caso de la rana, podría tomar uno o dos años. En el del mamut, quizá 20 o 30, o incluso menos, dijo Hendrik Poinar, experto en genética molecular evolutiva de la universidad canadiense de McMaster.

Pero la des-extinción tuvo ya una primera victoria: en 2009, una cabra pirenaica fue clonada a partir de células provenientes del último representante de esta especie, que murió en 2000.

Un éxito moderado ya que el el primer clon de cabritilla, llevado a gestación completa por una cabra común, vivió apenas 10 minutos a causa de una malformación de los pulmones.

A pesar de las dificultades y de los límites de la clonación por transferencia de núcleos de células adultas, los especialistas esperan poder un día intervenir directamente en el genoma, es decir insertar fragmentos de ADN característicos de una especie extinta en el genoma de una especia cercana.

Ética

Sin embargo, traer a la vida dinosaurios extintos hace 65 millones de años, como en la película de ciencia ficción de Steven Spielberg sería algo inimaginable debido a que el ADN estaría demasiado degradado. Sin embargo, los expertos creen poder volver 200 mil años atrás en el árbol de la evolución.

Más que suficiente para resucitar tigres dientes de sable o a hombres de neandertal...

Supongo que si no habría ninguna ley o moral en contra, podríamos repoblar grandes extensiones de Siberia con mamuts y leones de las cavernas, dice Hendrik Poinar.

“La verdadera pregunta es: ‘¿Hay que hacerlo?’ Un animal es más que su genoma” Carrie Friese, socióloga de la Escuela de Economía de Londres, teme que esta carrera científica deje de lado a la ética. Me temo que se piensa más en lograrlo y no en lo que se hará con el ser vivo que resulte, dice.

Un animal es más que su genoma, no todo está inscrito en su ADN. ¿Cómo aprenderá a alimentarse, a cazar o a volar...? En pocas palabras, “¿cómo un dodo (especie de ave) aprende a ser un dodo?, se interroga Friese.

Hank Greely, especialista en bioética de la Universidad estadunidense de Stanford se muestra entusiasta ante la eventualidad de resucitar una especie extinta, pero no a cualquier precio.