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Con fiesta típica, clausuran en el Senado el cuarto foro de presidentes de parlamentos

Prometen legisladores del G-20 frenar la vulnerabilidad de los sistemas financieros

En su declaración final, ofrecen mayor atención al cambio climático y a la creación de empleos

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Integrantes de los grupos parlamentarios de los países miembros del G20 concluyeron ayer con los trabajos del cuarto foro anual, que se realizó en el Senado de la RepúblicaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Sábado 6 de abril de 2013, p. 16

El cuarto Foro de Presidentes de Parlamentos del Grupo de los 20 (G-20) concluyó ayer con el compromiso de los legisladores de trabajar en pos de la recuperación y la estabilidad económica mundial y, en ese sentido, llevar a cabo las reformas necesarias para frenar la vulnerabilidad de los sistemas financieros nacionales e internacionales, que se enfrentan a las prácticas corruptas y la infiltración de recursos del crimen organizado.

En la declaración conjunta del encuentro, leída por el pre­sidente del Senado de Canadá, Noël Kinsella, reconocieron la importancia de encontrar más vías que permitan el crecimiento económico, la creación de empleos, la protección ambiental y la inclusión social, además de recobrar la confianza de la ciudadanía.

En el documento, los parlamentarios del G-20 reconocieron que los sistemas financieros nacionales e internacionales son vulnerables a las prácticas corrup­tas y la infiltración del crimen organizado, lo que fortalece aún más las redes de la delincuencia en todo el mundo.

Ello afecta los esfuerzos para promover un desarrollo y creci­miento sustentables, además de que exacerban las crisis financieras en diferentes regiones del planeta, recalcaron.

Se comprometieron a continuar con la atención al cambio climático, que amenaza con provocar más sequía en diversas regiones. Resaltaron que en el mundo viven 700 millones de personas sin acceso al agua, lo que aumenta el riesgo de tensión entre las naciones.

En los resolutivos destacan que darán seguimiento a las medidas emitidas por los países del G-20 para garantizar el derecho a los alimentos y la estabilización de sus precios.

La clausura se llevó a cabo en el patio central del Senado. Ahí, el presidente de esa cámara, Ernesto Cordero, recalcó que se trataron temas que le importan a la gente, a nuestros pueblos, como son la estabilidad financiera del mundo, el cambio climático y la lucha contra la corrupción.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, destacó que en México se ha logrado tener estabilidad económica, porque entendimos que el camino del éxito requiere de sacrificios.

Advirtió que las grandes potencias, como Estados Unidos –que no asistió a ese foro– y China, tendrán la última palabra para que el Protocolo de Kyoto pueda subsistir en favor de la humanidad.

Llyas Umakhanov, vicepresidente del Consejo de la Federación Rusa, informó que el próximo encuentro de parlamentos del G-20 se llevará a cabo en esa nación, el próximo año.

Feria de pueblo en el Senado

La clausura del encuentro se llevó a cabo en la plazoleta de la sede senatorial de Reforma e Insurgentes, habilitada como comedor para los cerca de 200 parlamentarios, sus comitivas, y los legisladores nacionales. Cordero organizó una comida típicamente mexicana, en la que abundaron el tequila, el whisky y los vinos de mesa, y fue amenizada con una marimba y un mariachi, que interpretaron Huapango, de Pablo Moncayo, y canciones populares.

El panista se dirigió a los invitados en inglés y les explicó que había llevado a la chef internacional Margarita Carrillo Arronte, quien ofreció un menú a base de salpicón de pata con salsa de jamaica, pollito de leche almendrado y sorbete de frutas mexicanas.

Además del menú principal, elaborado por Banquetes Ambrosía, se colocaron puestos de quesadillas, helados y sofisticados dulces típicos, como galletas de almendra con figuras de yoyos, pasteles de chocolate con forma de lotería y, como si fuera feria de pueblo, no faltaron los vendedores de artesanías y el pajarito de la suerte, que sacaba papelitos para decir la fortuna a los invitados.