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Falta mecanismo para que no se repartan candidaturas como botín: Óscar Arce

Caciques panistas buscarán mayor poder en la asamblea de este fin de semana
 
Periódico La Jornada
Viernes 15 de marzo de 2013, p. 17

Son los Calderón, los Padrés, los Moreno Valle, los Ramírez, los Yunes, los Larrazábal o los Oliva. Líderes o caciques blanquiazules, según quien los defina. Aunque la depuración del padrón disminuyó sus cuotas, no quebró su dominio, y este fin de semana lucharán por mantenerlo o acrecentarlo.

En 12 años el mecanismo utilizado por los jefes de grupos fue similar en los estados más apetitosos para el PAN: engordar los padrones mediante el clientelismo y asegurar candidaturas para sus grupos. Así llenaron sus listados de militantes de familiares, amigos, beneficiarios de programas sociales, empleados de las nóminas gubernamentales e incluso de sindicatos priístas. La mayoría eran adherentes con menos derechos, pero podían elegir candidatos presidenciales, a senadores y gobernadores. Por eso en la propuesta de reforma que se discutirá en la 17 asamblea nacional extraordinaria de este fin de semana desaparece esa cuestionada figura.

Aunque el reciente proceso de reafiliación puso freno a esas prácticas, los dirigentes estatales no perdieron la oportunidad de mantener sus cuotas, y no era extraño que las secretarias de los comités estatales hablaran con lista en mano a militantes para que acudieran a registrarse.

Óscar Arce, ex presidente de la Cámara de Diputados, lo describe así: me consta que algunos liderazgos locales hicieron acarreo para reafiliar. No quiere decir que toda la gente haya llegado así. Una gran mayoría fuimos por voluntad propia, pero faltaron mecanismos para que esos cacicazgos, ahora con padrones reducidos, no se repartan los botines de las candidaturas de los estados.

Para este ex diputado panista, que buscó ser candidato a gobernador de Baja California, si se puede hablar de cacicazgos, porque crecieron al amparo de los puestos públicos del gobierno, ya que antes había liderazgos de grupos, que es lo normal en todos los partidos políticos.

Disminuido en 80 por ciento, el padrón de Acción Nacional se integra de 368 mil militantes concentrados en estados gobernados por ese partido, como Puebla, Guanajuato, Baja California y Sonora. También en los que ha administrado como Nuevo León o Yucatán y donde mantiene presencia como Veracruz y estado de México.

Con el poder de las nóminas estatales los grupos de los gobernadores pueden llevar mano en procesos de reafiliación. Guillermo Padrés en Sonora o Rafael Moreno Valle en Puebla, dos de los estados con mayor número de militantes, así como José Guadalupe Osuna Millán en Baja California. En el ocaso de su gobierno de jalisco, cuando se actualizó el registro, Emilio González vio disminuido su poder (en esa entidad el padrón se adelgazó 83 por ciento).

Con la Presidencia perdida y sin acceso ya a programas sociales o del campo para repartir, la fuerza de los caciques estatales panistas radica ahora en los congresos federales, locales y los municipios. Por ejemplo, en Coahuila se ubica como dominante al diputado Guillermo Anaya, y en Nuevo León al polémico Fernando Larrazabal, cuyos correligionarios han denunciado que cuando era alcalde de Monterrey hizo crecer el padrón mediante el clientelismo.

Otros cacicazgos se ubican en Durango, cuyo diputado Rodolfo Dorador fue acusado por el calderonista Juan de Dios Castro de haber inflado el padrón para su beneficio. En el Distrito Federal se encuentra Mariana Gómez del Campo, sobrina del ex presidente Felipe Calderón, quien ha sido señalada por panistas del DF de haber abultado ficticiamente el listado de militantes cuando fue dirigente local del partido.

Desplazados de Los Pinos o las gubernaturas, los jefes blanquiazules han encontrado refugio en el Senado. Por ejemplo, Fernando Yunes, hijo del ex priísta veracruzano Miguel Angel Yunes, Luisa María Calderón, hermana del ex presidente, quien perdió con el PRI la gubernatura de Michoacán y actualmente es senadora por ese estado.

Desde su cargo en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) el ex gobernador Juan Manuel Oliva mantiene su predominio en Guanajuato, aunque se afianza su sucesor Miguel Márquez.

Desde el Senado y luego desde Gobernación, Ulises Ramírez tejió una estructura clientelar en el estado de México y es tan poderoso que se le acusa de vender candidaturas. El año pasado Jonás Sandoval denunció que Carlos Bello Otero, ex secretario de Ramírez, presuntamente le pidió 5 millones de pesos para ser abanderado a alcalde de Talnepantla.

¿En qué medida los cacicazgos pesan en la toma de decisiones?, se le pregunta al bajacaliforniano Arce. “Muchísimo, porque desgraciadamente se acostumbraron a vivir en las entrañas del partido y ahora que se pretende dejar en manos de los comités estatales los métodos de selección de candidatos va a crecer la fuerza de los caciques de los estados.

No hay ninguna garantía de que el partido se oxigene y la tentación del presidente (del PAN), Gustavo Madero, como en su momento lo hizo Germán Martínez, nos da un norte de que tendrán muy poca maniobra quienes no estén en los acuerdos cupulares para lograr candidaturas.