Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 3 de febrero de 2013 Num: 935

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Saki, el cuentista
Ricardo Guzmán Wolffer

Kafka en la obra
de Ricardo Piglia

Erick Jafeet

Narradores
desde Argentina

Raúl Olvera Mijares entrevista
con Ricardo Pligia

Samurái
Leandro Arellano

Las mascadas de San Bartolomé Quialana
Alessandra Galimberti

La banalización, epidemia de la modernidad
Xabier F. Coronado

Spinoza y la araña
Sigismund Krzyzanowski

Cuando…
Mijalis ktasarós

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Rogelio Guedea
[email protected]

Plagios

Yo siempre he tenido un respeto enorme por mis manos. ¿Qué haría sin ellas? No podría juzgar a una mejor que a otra. Imposible decir: prefiero a la izquierda o me llevo mejor con la derecha. Negar a una u otra es negarme a mí mismo. Son parte de mi cuerpo, este saco de piel y huesos que me transporta de un lado a otro, sin cobrarme peaje. Pobre de aquel que establece fronteras entre sus manos, o entre sus dos ojos, siquiera. O si queremos ser más metafísicos: pobre de aquel que pone linderos entre cuerpo y alma, ética y estética. Lo que hagan mis manos es culpa mía, y lo que hago yo mismo las perjudica a ellas. Si mi boca insulta a un policía, mis manos van a dar a la cárcel también. Se juzga al conjunto, y no nada más a una parte. ¡Qué injusto!, bufarán. Y a la inversa: si mi mano izquierda plagia artículos periodísticos, se lleva entre las patas a mi mano derecha, escritora de novelas o cuentos, que nada tenía que ver. Y no sólo eso: de paso se lleva a mis piernas y hasta mi sombra, que se verá entre las rejas gracias a la luz de la luna. No podemos dividirnos, pues, por más esfuerzos y argucias que hagamos. Y más nos valga.