Hace casi 20 años existió una generación de futbolistas colombianos que asombraron al mundo. Un conjunto de talento y entusiasmo que realizó hazañas con su selección, como humillar a Argentina en las eliminatorias mundialistas, y que inspiró a Pelé a atreverse a pronosticar que serían campeones en el Mundial de 1994.

Era un equipo espectacular que dirigía Pacho Maturana con una alineación legendaria con el Pibe Valderrana, Freddy Rincón, Faustino Asprilla y el Tren Valencia.

Desde aquella generación dorada no había existido otra camada con tantos jugadores de ese país en el exterior, comentó Luis Amaranto Perea, quien junto con el recién adquirido Teófilo Gutiérrez forma parte de la presencia cafetera en Cruz Azul.

Me parece que a nivel de Sudamérica hoy somos un foco importante para la búsqueda de jugadores, refiere el ex zaguero del Atlético de Madrid.

No ocultó la satisfacción de que su país se ha convertido en un centro de exportación de futbolistas internacionales, con el caso más notorio de Radamel Falcao, fichado por los colchoneros por la cifra histórica de 40 millones de euros y elegido por la FIFA uno de los integrantes del once ideal de 2012, junto a nombres como Lionel Messi, Andrés Iniesta y Cristiano Ronaldo.

Antes, recordó Perea, las posibilidades de fichar en el futbol internacional estaban restringidas a los defensas, pero señaló que en los años recientes las contrataciones de colombianos empezó a diversificarse: Ahora hay delanteros y mediocampistas y eso ha elevado la contratación de jugadores en el exterior.

Ese boom de jugadores colombianos –explicó– ha generado un nuevo entusiasmo en su país, que no acude a una Copa del Mundo desde Francia 1998.

No recuerdo al país tan volcado con la selección, con tanta fe, hay una gran responsabilidad, Colombia tiene que ir al Mundial de Brasil porque sería una enorme decepción si no es así por el momento que vivimos, advirtió.