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Se exhibe en Milán una muestra del artista ruso contemporáneo más famoso de Europa

En Vulcano, Kantor sublima el papel del arte como protector de los valores humanos

Disidente de cualquier sistema, el pintor siempre está del lado de los desafortunados, tema en la mayoría de su obra

La curaduría estuvo a cargo de Alexander D. Borovsky

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 5 de enero de 2013, p. 3

Milán. La Fundación Stelline situada en el homónimo convento en el corazón de la ciudad, presenta una completa muestra dedicada a Maxim Kantor (1957) –el artista contemporáneo ruso más famoso en Europa– prorrogada hasta el 6 de enero y realizada en colaboración con el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, donde fue presentada el pasado verano, con curaduría del reconocido crítico de arte Alexander D. Borovsky.

La muestra, que itinerará en Berlín, París y Oxford, toma el título del último portafolio de obra gráfica de Kantor: Vulcano (2010), perteneciente a la colección Atlas, integrada por los álbumes de formato, tema y técnica similar llamados Wasteland (2000-2001) y Metropolis (2003-2004), donde se perciben las mayores cualidades del poliédrico artista: libertad expresiva, calidad técnica y gusto por la sátira política. Kantor, a lo largo de 71 litografías, se vuelve un Apolo impetuoso que desolla la soberbia del poder, cuestiona los paradigmas de la historia, sin privilegiar inclinación política alguna: comunismo y capitalismo los considera producto de ideologías fracasadas, porque han satisfecho el interés personal de una casta política a expensas de las verdaderas necesidades e intereses del pueblo. Kantor está de parte de los pobres, de los desafortunados, motivo de la mayor parte de su obra.

Kantor asume el papel de moralista que sopesa el presente y el pasado inmediato, de cuya crueldad, ha sido testigo primero al vivir en la Unión Soviética, después al presenciar su desmembramiento, y finalmente al experimentar la cara opuesta de la moneda, cuando salió de su país en los años 90 y se estableció en Europa, donde captó las contradicciones que precipitaron en la actual crisis profunda, no sólo económica, sino intelectual. Kantor recopila dichos conceptos con efectividad en este último álbum, entregando al observador un concentrado crítico de la historia del siglo XX hasta nuestros días, como resume la primera litografía, Autorretrato entre Lenin y Putin; entre estos dos polos se reconocen políticos e intelectuales desde Stalin, hasta Churchill, Roosevelt, Tolstoi, Chejov, Mayakovski.

Kantor considera que el arte cubre un papel específico en la sociedad: debe oponerse a la injusticia y proteger los valores humanos. Es un disidente de cualquier sistema, el cuestionamiento de la historia es parte de su herencia familiar, como es manifesto en la admiración por su padre, el intelectual y filósofo Karl Kantor, que aparece frecuentemente en su obra. Borovsky anota al respecto, cómo “el padre dirigió por decenios la revista soviética más importante de arte y cultura, Dekorativnoe iskusstvo (Arte Decorativo), cuyas ideas, a pesar de ser cercanas al marxismo, sobrevivieron en la clandestinidad, porque fueron rechazadas por el mundo soviético oficial”.

Del historiador británico Eric Hobsbawm, fallecido recientemente, se reproduce en el catálogo de la muestra un breve ensayo que bien expresa el sentido de su arte: ¿Qué debe hacer un artista que vive junto a un volcán, sobre todo en un siglo de erupciones catastróficas que parecen no tener fin? (...) La comprensión de la Rusia del siglo XX por parte de Kantor se caracteriza por la conciencia de que las esperanzas y los ideales que fueron la base de aquellos que posteriormente se transformaron en los horrores en tiempo de Stalin, son reales, muy difundidos y todavía no del todo apagados en la memoria de algunas personas (...) La tentación de regresar a los métodos soviéticos combinados con la unión del capitalismo de los delincuentes y el poder corrupto, trae a la memoria la figura de Stalin. Hobsbawm concluye explicando cómo el reciente movimiento de los disidentes enciende la esperanza de un cambio.

Foto
El topo de la historia. Algunos piensan que está dormido, pieza que se muestra en la exposiciónFoto Cortesía Fondazione Stelline

Pintura

Kantor inicia sus primeras exposiciones en el ambiente underground moscovita, en 1983, con el grupo Krasny Dom (Casa roja), organiza muestras ilegales que duran un día. Las pinturas al óleo del artista se diferencian de la gráfica en blanco y negro, por ser más natural y efectiva. La muestra presenta una selección de 20 lienzos que recorren su carrera artística desde sus inicios hasta nuestros días.

Según la crítica, la pintura de Kantor es heredera tanto del expresionismo como de la Nueva Objetividad alemana de los años 20, lo cual es bastante evidente si hacemos una comparación con la obra de Otto Dix, empezando por la inclinación hacia la gráfica, el apego a un realismo deformante, a la exaltación de la fealdad mediante la cual expresa el malestar de la sociedad, mide su temperatura y nos entrega un diagnóstico implacable. El título del mencionado álbum, Metropolis, parecería un homenaje a una de las obras más célebres del artista alemán. A pesar de ello, para Kantor los puntos de referencias inalterables desde su infancia han sido Francisco Goya, Vincent van Gogh y Honoré Daumier.

En el cuadro Estado (1991), ya exhibido en el Pabellón Ruso de la Bienal de Venecia en 1997 (a él enteramente dedicado), están compendiadas estas ideas y las explica en una entrevista: “En Estado se representa la estructura social tal como Platón la concibió: al centro el poder y su entorno los distintos grupos presentan las estructuras de la sociedad, aunque el pueblo es el grupo más extenso. Este modelo desde hace siglos se propone siempre igual, a pesar de parecer distinto.

“Los llamados ‘estados democráticos’ han aprendido a construir la democracia sin el pueblo. Este es el tema fundamental al cual está dedicada esta exposición, y representa un mundo que conozco bien, el de mi país; aquí, ustedes ven cuadros que son representaciones fieles de la realidad rusa y soviética, se ven entre otros muchedumbres de gente miserable.”

Kantor es también escritor y colabora en distintos periódicos europeos y moscovitas, como Open Democracy, Le Monde Diplomatique y Novaya Gazeta, por citar algunos.

Para conocer la obra completa del artista ruso se puede ingresar a la página www.maximkantor.com