Sociedad y Justicia
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Quedó atrás la imagen del aguerrido vaquero, hoy presentan dientes picados y úlceras

Adopta Australia factor repugnancia en disposiciones para cajetillas de cigarros

Nueva Zelanda, Reino Unido y Canadá han dicho que podrían copiar normativa de etiquetado

 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de agosto de 2012, p. 41

Sydney, 15 de agosto. Úlceras supurosas y dientes podridos tendrían que ser suficientemente disuasorios para potenciales fumadores. Pero por si eso no fuese suficiente, en Australia se ha impuesto una normativa por la que las marcas de tabaco ya no podrán rivalizar con los atractivos diseños de sus cajetillas.

De las campañas antitabaco en Australia no se puede decir que sean sutiles. En Melbourne, en un anuncio de televisión se ve a un joven que suda sangre y lágrimas a la espera del resultado de una prueba de cáncer de pulmón. En un cartel en Sidney se observa a un padre fumador que escupe sangre en un pañuelo. Ahora, el factor de la repugnancia se ha elevado con las drásticas nuevas disposiciones que el gobierno ha adoptado para las cajetillas. El alto tribunal rechazó hoy la demanda en contra que las tabacaleras habían presentado.

Nueva Zelanda, Reino Unido y Canadá ya habían señalado antes de conocer hoy el fallo de los tribunales que tal vez copien la normativa de etiquetado aprobada en Australia.

Y es que atrás quedó la imagen del aguerrido vaquero, las ganas de aventura y los confines infinitos que transmitían en su publicidad las marcas de tabaco. Desde hace lustros, la publicidad de tabaco es tabú y el gobierno quiere hacer que la cajetilla de apenas 10 centímetros sea fea y produzca repugnancia.

A partir de diciembre, tendrán un color verde-marrón, tonalidad que genera todo tipo de asociaciones poco apetitosas. La mezcla exacta de colores la ha probado una empresa de marketing, que asegura que se trata del color que todos encuentran desagradable. Se verán además bien grandes las fotos de úlceras supurosas y dientes podridos y en letras pequeñas abajo aparecerá el nombre de la marca.

“Las empresas de tabaco han luchado con todos sus medios contra la uniformidad de las cajetillas, lo que pone de manifiesto la importancia de la mercadotecnia en las cajetillas atractivas”, dijo el director de la organización estatal para la investigación de la lucha contra el cáncer (Cancer Council Australia), Ian Olver. La investigación durante más de 20 años muestra que las cajetillas más elegantes atraían sobre todo a gente joven.

Pero las empresas de tabaco sostienen que nada de eso se ha podido demostrar. Y lo que se va a conseguir con disposiciones como la que ahora tiene luz verde en Australia es todo lo contrario, según explicó David Crow, jefe de British American Tobacco (BAT), en uno de sus múltiples mensajes de video sobre este tema. Si todo tiene el mismo aspecto, entonces empresas como la mía sólo podrá concurrir con el precio. Entonces el tabaco será más barato. Se consumirá más y más niños fumarán, argumentó.

El gobierno lo ve de otra manera. Es una victoria para todas las familias que han perdido a alguien por una enfermedad relacionada con el tabaco, dijo la ministra australiana de Salud, Tanya Plibersek, quien comentó que en su país mueren anualmente 15 mil personas por el tabaco.

Y eso que Australia por sus bajos índices de fumadores despierta la envidia de otros países. Sólo 16 por ciento de los hombres y 14 por ciento de las mujeres siguen enganchados a la nicotina, en comparación con 1983, cuando la tasa superaba más de la mitad.

El negocio en Australia tiene una regulación muy estricta: en cines, revistas y grandes carteles de publicidad no se ve un anuncio de tabaco desde hace décadas. En algunos estados está prohibido fumar en el coche si hay niños en el interior y en las playas de Sidney un cigarrillo es tabú. En muchos anuncios de puestos de trabajo se exige que los aspirantes sean no fumadores. Es cierto que existe un partido por los derechos de los fumadores, pero a la fecha no ha conseguido reunir las 500 firmas que precisa para ser reconocido.