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Putin promete que los culpables serán detenidos y castigados

Atentan contra 2 líderes musulmanes de la república rusa de Tatarstán; uno sobrevive
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 20 de julio de 2012, p. 24

Moscú, 19 de julio. El mufti supremo de Tatarstán, máximo líder religioso de los musulmanes de esa república rusa, Ildus Faizov, resultó gravemente herido este jueves en un atentado con bomba ocurrido media hora después de que otro dirigente musulmán tártaro y antiguo brazo derecho suyo, el mufti Valiul Yakupov, murió abatido a tiros al salir de su casa en Kazán, la capital.

Al explotar una potente bomba, el todoterreno del mufti Faizov, quien salvó la vida de milagro, saltó por los aires y se calcinó casi por completo.

Poco antes, en un alto de semáforo, hubo un primer estallido de menor potencia que, sin embargo, expulsó del vehículo al mufti Faizov, hospitalizado con fracturas en ambas piernas, entre otras lesiones, y operado de urgencia esta tarde.

Menos suerte tuvo el mufti Yakupov, baleado por sicarios al salir de su casa. Tras recibir seis impactos, con ayuda de su chofer pudo llegar hasta el coche y, desangrado, murió antes de llegar al hospital.

Ambos encabezaban el sector de la élite religiosa que rechaza de manera frontal el wahabismo y otras corrientes radicales del islam en Tatarstán, una república con población mayoritariamente musulmana.

El doble atentado ocurrió la víspera del Ramadán, el mes del riguroso ayuno diario de los musulmanes desde que amanece hasta que se pone el sol, lo cual sugiere a las autoridades de Tatarstán que se trató de una provocación contra los sentimientos religiosos de los tártaros, cometida probablemente por algún grupo islamita radical.

Los atentados en Kazán demuestran que la situación en Rusia dista de ser ideal, declaró el presidente Vladimir Putin. Es una señal seria. Ya sabíamos lo que está pasando en algunas repúblicas, pero no es suficiente saber, hay que analizar, comprender y tomar decisiones a tiempo, agregó.

El mandatario ruso afirmó también: “no debemos permitir que las fuerzas destructivas (…) desestabilicen la situación en el país, y menos de ese modo terrorista”, y prometió que los culpables serán encontrados, detenidos y castigados.

La procuraduría sigue varias líneas de investigación –incluida una un tanto extravagante de que pudo ser la venganza de un creyente marginado por el mufti supremo en algún Hadj, la peregrinación mayor a la Meca–, pero todo indica que el doble atentado se inscribe en la nueva táctica de los grupos islamitas y separatistas del Cáucaso del Norte.

La creciente influencia de los religiosos norcaucásicos –de Chechenia y Daguestán, sobre todo– en Tatarstán tiene mucho que ver con una fatwa (orden) de su líder Doku Umarov, que en 2011 dispuso que muchos combatientes se trasladaran a vivir a las regiones musulmanas del Volga para intentar incorporar a sus jóvenes a la yihad (guerra santa).

Lo que en su momento las autoridades tártaras calificaron de un mal chiste, adquiere un sentido preocupante, y trágico, con el doble atentado, que se dio en un contexto de plena expansión de las corrientes radicales en las mezquitas de Kazán.

Según el diario Nezavísimaya Gazeta, 10 de las 50 mezquitas de Kazán, entre ellas las más céntricas, están bajo dirección de clérigos llegados del Cáucaso del Norte con presumible pasado guerrillero.

Cobran fuerza en Tatarstán los ánimos nacionalistas y ya es común ver en Kazán a jóvenes que lucen orgullosos camisetas con la inscripción Soy tártaro o 100% tártaro. Son los futuros miembros del movimiento clandestino que promueve la independencia de Tatarstán respecto de Rusia.