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Luego de la justa veraniega pensarán en el boxeo profesional

Los pugilistas Valdez y Molina confían en ganar una medalla en Londres
 
Periódico La Jornada
Viernes 20 de julio de 2012, p. a15

Uno piensa sólo en la primera pelea porque de ahí dependerá su avance para lo que durante ocho años se ha preparado. El otro está seguro de que cualquiera de los dos puede obtener la presea sin importar el color. Ambos tienen hambre de triunfo y Londres será su última parada para luego irse al boxeo profesional.

Son los Óscares del pugilismo olímpico. Valdez –peso pluma– es de Hermosillo, Sonora, mientras el wélter Molina nació en Los Ángeles, California. Dos jóvenes que se identifican por ser rápidos y con potentes puños.

Luego de 21 días en La Malinche, ambos regresaron ayer al Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), ya que esta noche viajan al compromiso que han esperado en todo el ciclo para estar listos a finales de mes.

Además de la gran amistad que se profesan se percibe el respeto de estos pugilistas que ansían terminar con una sequía de 12 años para que su deporte nuevamente esté en el podio.

En la mirada se les notan las ganas de pelear, de conocer ese ambiente exclusivo para los mejores del mundo, aunque uno de ellos ya sabe de lo que se trata y por eso toma las cosas con más seriedad, que hace cuatro años cuando debutó en Pekín.

No siento presión por nada. No le debo nada a nadie. El compromiso es conmigo mismo. Sé que puedo lograr una medalla y con el favor de Dios ojalá se logre, señaló Valdez, poco después de recoger sus cosas en el departamento que tiene cerca del CDOM.

Recuerda que en Pekín se deslumbró. El ambiente festivo lo absorbió y tuvo muchas distracciones. Ahora es diferente, dice, y por eso aconseja a su amigo Molina a que tome las cosas con calma.

Aunque no tuvieron el fogueo necesario –nunca viajaron a Asia– ni el tiempo suficiente para sostener peleas en España y Estados Unidos, los dos aseguran estar preparados y listos para lo que venga.

Con la barba crecida que promete quitársela antes de su pelea del 29 de julio, Molina expresa: “No me voy a conformar, quiero sacar una medalla y sólo pienso en ella. Son muchas horas de entrenamiento, de romperme el alma, de estar lejos de la familia, y si los dejé fue porque quiero ser campeón, grande.

“Mi familia es mi soporte, me acompañó a Brasil –a los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro– y ahorita venden playeras para ir a Londres. Si tuviera mucho dinero los llevaría, pero así se empieza en el boxeo: de abajo para llegar bien arriba.”

Valdez tiene patrocinadores que lo respaldan como a la mayoría de los deportistas cuando tienen en puerta un compromiso de gran envergadura, pero en su maleta lo único que lleva es mi rosario y pocas cosas.

Los dos ex campeones mundiales juveniles han estudiado a sus adversarios en videos e Internet, por lo que no les preocupa el rival que les toque, como es el caso de Molina, quien debutará el día 28.

Ninguno piensa ahora en el profesionalismo. Aunque se les ha acercado la gente de Golden Boy Promotions, tras su participación en Londres esperan, entonces sí, pensar en el dinero, porque son tentadoras las ofertas y es tiempo de dejar todo este largo camino, de felicidad, tristeza y de fuerza de voluntad, expresó Valdez.