Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Huir del futuro
Vilma Fuentes
Palabras para recordar a Guillermo Fernández
Marco Antonio Campos
Nostalgia por el entusiasmo
José María Espinasa
Cali, la salsa y
otros placeres
Fabrizio Lorusso
John Cheever: un neoyorquino de todas partes
Leandro Arellano
Reunión
John Cheever
Carlos Fuentes en la
última batalla
Antonio Valle
Carlos Fuentes,
los libros y la fortuna
Luis Tovar
Leer
Columnas:
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
La Jornada Virtual
Naief Yehya
A Lápiz
Enrique López Aguilar
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Cabezalcubo
Jorge Moch
Directorio
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Como es ya bien sabido, hacia el mediodía del pasado martes 15 de mayo Carlos Fuentes dejó de existir. Nacido en 1928, habría cumplido ochenta y cuatro años el próximo mes de noviembre. Se encontraba en plena actividad, muestra de lo cual es la confirmada existencia de al menos un par de nuevas obras por publicar: una novela –Federico en su balcón– y un volumen de memorias titulado Personas. Con Fuentes muere no sólo una figura emblemática de la literatura en lengua hispana, sino uno de esos intelectuales de estirpe renacentista, conocedores, curiosos, cuestionadores, polémicos, críticos y participativos en todo cuanto compete al espíritu humano. El pasado 1 de abril, este suplemento fue dedicado a la celebración del medio siglo cumplido por dos de sus piezas cumbre, La muerte de Artemio Cruz y Aura. Apenas mes y medio más tarde, y con un abrazo infinito para Silvia Lemus, familiares y amigos, nos unimos al dolor por la pérdida de Carlos e invitamos a honrarlo y a mantenerlo siempre presente a través de la lectura de su vasta e imprescindible obra. |
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