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Una niña de 7 años falleció ayer; nadie reclamó su cuerpo

Suman 44 víctimas mortales del accidente carretero en Veracruz

De las personas heridas, 14 fueron dadas de alta y 12 siguen hospitalizadas

Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 24 de abril de 2012, p. 30

Coatzacoalcos, Ver., 23 de abril. Médicos y enfermeras del Hospital Regional de Poza Rica se referían a ella como la niña desconocida, porque no se logró conocer su identidad en los tres días que permaneció internada. La mañana de este lunes falleció la menor, de unos 7 años, y comenzaron a llamarla la víctima número 44 del carreterazo.

La menor ya no despertó del coma en el que permanecía tras sufrir fractura craneal durante el accidente ocurrido la madrugada del viernes en la carretera Álamo-Potrero del Llano, en el norte de la entidad, cuando el autobús en el que viajaba se impactó contra la plataforma desprendida de un tractocamión que transportaba alrededor de 30 toneladas de sorgo.

Nadie la fue a reclamar, por lo que se presume que los padres o algún familiar con los que viajaban también fallecieron en el percance, aunque la mayoría de las víctimas fueron identificadas y entregadas a los deudos que las reclamaron.

De las 43 personas fallecidas el día del accidente, sólo una no ha sido identificada, y su cadáver permanece en el Servicio Médico Forense de Tuxpan. Se trata de un hombre al que tampoco nadie se presentó a reclamar, y las autoridades no descartan que sea familiar de la pequeña fallecida este lunes.

El secretario de Salud en Veracruz, Pablo Anaya, informó que la niña tenía severo traumatismo craneoencefálico y la noche del domingo tuvo un cuadro de fiebre que culminó con su deceso la mañana del lunes.

La Secretaría de Salud entregó el cadáver a la Procuraduría General de Justicia del Estado para que determine si lo conserva en congelación por algún tiempo o va a la fosa común.

“De todas maneras se quedaron muestras de tejidos para un análisis de ADN y fotografía de la niña –de cabello negro y piel morena– para ver si con el tiempo alguien la reclama”, explicó el doctor Anaya Rivera.

Sin embargo, otro punto que podría revelar la identidad de la niña es el reclamo que mediante el diario local La Opinión de Poza Rica hace el campesino Rubén Isidoro Anteles, originario del municipio de Santiago Tuxtla, quien asegura no encontrar a su esposa Esther Alvarado Charmin, de 32 años, y su hija María Magdalena, de nueve, quienes viajaban en el autobús accidentado.

Isidoro Anteles afirma que su esposa e hija abordaron la unidad junto con su cuñado, Antonio Tomé Alvarado, quien fue uno de los fallecidos y cuyo cadáver ya fue entregado a sus familiares y sepultado en Santiago Tuxtla.

De las 27 personas que resultaron lesionadas, 14 han sido dadas de alta y 12 siguen hospitalizadas, nueve en el Hospital Regional de Poza Rica y tres en la clínica 24 del Instituto Mexicano del Seguro Social en la misma ciudad; en este último nosocomio convalece un niño de un año con traumatismo craneal, cuyo estado de salud es reportado delicado.

En la misma clínica se identificó a Alejandro Bassan Silva, uno de los dos choferes del autobús número 900. A Bassan Silva, originario de Pachuca, Hidalgo, se le dio por muerto inicialmente, pues fue confundido con el otro chofer, Pedro Borja Domínguez, quien el domingo fue sepultado en Coatzacoalcos.

Bassan se encuentra estable de salud, bajo custodia policiaca.