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El escritor y ex legislador habla de su nuevo libro, donde aborda el saqueo de su patria

Bonasso: Argentina y México tienen economías desnacionalizadas

Volvemos al sistema extractivista de las materias primas de la Colonia, regresamos a Potosí

En los dos países los pueblos originarios y los ciudadanos protestan contra el neoliberalismo, dice

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Miguel Bonasso, ayer, durante la entrevista con La JornadaFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de febrero de 2012, p. 2

El neoliberalismo causa estragos sociales, económicos, ambientales y a las soberanías de los países, destaca en entrevista el escritor, periodista y ex legislador argentino Miguel Bonasso, a propósito de su nuevo libro El mal: el modelo K y la Barrick Gold. Amos y servidores en el saqueo de la Argentina.

“La diferencia –precisa– es que aquí, con Felipe Calderón, hay un discurso de derecha, mientras que en Argentina, con Cristina (Fernández) Kirchner, hay un discurso progresista, de izquierda. Mucha gente allá se inhibe de criticar al gobierno porque, argumenta, se haría el juego a la derecha. El asunto es que uno está criticando las consecuencias terribles que para el país puede tener ese modelo.”

Y agrega: Tomo a la Barrick casi como un símbolo, es como la nave insignia de toda una serie de corporaciones que dominan 70 por ciento de la economía argentina que, al igual que la mexicana, está desnacionalizada, extranjerizada.

Política-negocios, vínculo perverso

El libro de Bonasso es una investigación periodística, pero por la amplitud de la información recabada, las maneras de dosificarla y exponerla y el manejo de recursos literarios, bien podría pasar por una novela de intrigas en la que los personajes serían los Bush, el minero Peter Munk, el traficante mundial de armas Adnan Khashoggi, el magnate David Rockefeller, el represor de la época de la dictadura militar Rubén Osvaldo Bufano, Menem y su desastre fundacional, incluso los Kirchner y los Gioja.

Todo ello con el trasfondo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el escándalo Irán-contras, los acuerdos secretos entre los gobiernos de Chile y Argentina, el desastre ecológico del patrimonio de la humanidad que son los Andes, por la búsqueda de oro a cielo abierto, la voracidad por hacer negocios a costa de la destrucción de los glaciares sudamericanos, la contaminación del agua y de los nacimientos de muchísimos ríos del país, incluso la existencia de un tercer país entre ambas naciones andinas, en las montañas, fuera de sus soberanías y sin más ley que la de las mineras.

–Su nuevo libro es una crítica al gobierno de Cristina Kirchner, pero a la vez al modelo neoliberal que impera en el mundo, que parece hacer crisis.

–Tenemos ejemplos de la actualidad terribles. El choque del tren en la Estación 11 de Buenos Aires es una demostración cabal de lo que quiero decir con El mal, título que parece apocalíptico, casi bíblico, pero que tiene que ver con el sistema neoliberal. Hay concesionarios privados que manejan los ferrocarriles y no invierten un peso, que reciben subsidios del Estado para que 420 millones de pasajeros por año viajen como ganado, en pésimas condiciones, generalmente de pie, motivo del alto número de muertos y heridos.

“Además, por ejemplo, faltaron frenos al tren, pues tenía que llevar ocho compresores y sólo contaba con cinco. Me extraña que el secretario de Transporte diga que no sabe todavía qué ocurrió y que empiecen con la clásica de todas las corporaciones de ‘fue una falla humana’. Siempre la culpa la tiene el conductor, nunca la compañía.”

Bonasso habla también, en esa línea, del eterno problema del vínculo perverso entre política y negocios, de la corrupción de ciertos políticos por parte de las empresas trasnacionales.

Pero además, destaca, la economía argentina está primerizada, y describe un problema que pareciera un espejo de México: Hemos regresado a las materias primas, al sistema extractivista de la Colonia. Hemos vuelto a Potosí, para decirlo con una metáfora.

Se ha renunciado a darle a las materias primas un valor agregado en nuestros países, coincide. “La reindustrialización de Argentina y la reconstrucción del mercado interno fue destruida por Menem y el neoliberalismo. ¿En vez de eso, qué estamos haciendo? Entregándole los Andes a una compañía (minera canadiense) que fue fachada de la CIA.

En el campo, aquella pampa ubérrima de otras épocas, idílica, legendaria, ¿qué tenemos?: soya y maíz. ¿Maíz para los hambrientos de Argentina o de América Latina? No, para los automóviles, como combustible.

Esos son los ingresos principales del país. Minería en la montaña, Monsanto y sus semillas transgénicas en el campo y, en la costa de la Patagonia, explotaciones de compañías como las de Rockefeller, que además están explotando las Malvinas, por lo cual violan una ley que establece que quienes operen en las islas (ocupadas por Gran Bretaña), no lo pueden hacer en el continente.

A partir de ahí aborda otro asunto actual en Argentina: el reclamo de la soberanía sobre las islas, lo cual llevó a una guerra absurda en la época de la dictadura. “Gran Bretaña está haciendo mil barrabasadas, enviando refuerzos militares, al príncipe, etcétera.

Pero el gobierno argentino sólo responde retóricamente, en lugar de romper con los bancos británicos, que por cierto negocian la deuda externa de Argentina por parte de este país y, también, por parte de los bancos acreedores ingleses. ¡Algo en cierto modo gracioso, porque está en ambos lados del mostrador! Lo menos sería decirles: por Argentina ustedes no negocian más, no tienen más comisión, se acabó. Serían medidas que los británicos sentirían en la cartera.

Miguel Bonasso hace aún más explícito el espejeo con México: “Se me hace muy importante que con El mal el lector mexicano entienda que, salvando nombres y situaciones puntuales, volvemos a vivir una vez más en nuestra América, en América Latina, desde el río Bravo hasta la Patagonia, problemas muy similares”.

Y enlista: Corrupción de nuestros gobernantes, vínculos espurios de éstos con, por ejemplo, las grandes mineras, etcétera. Pero también, protestas de los pueblos originarios, de las comunidades campesinas y del pueblo y los ciudadanos en general.