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Posible accidente doméstico, por manipulación de un arma de fuego, según autoridades

Muere el gobernador de la provincia argentina de Río Negro, tras recibir un tiro en la cara

El peronista Carlos Soria, de 61 años, había asumido el cargo apenas el pasado 10 de diciembre

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El gobernador de la provincia argentina de Río Negro, Carlos Soria (tercero de izquierda a derecha) en una imagen captada el pasado 10 de diciembre, fecha en la que asumió el cargoFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 2 de enero de 2012, p. 17

Buenos Aires, 1º de enero. Fuerte conmoción causó este domingo la muerte del gobernador de la provincia de Río Negro, Carlos Soria, por un disparo en la cara, en un confuso episodio ocurrido en su casa de campo en General Roca, cuando estaba con su esposa, lo que se atribuyó a un accidente doméstico por manipulación de arma de fuego.

Soria, de 61 años, un hombre del peronismo ortodoxo que se había acercado al gobernante Frente para la Victoria, asumió el cargo el pasado 10 de diciembre después de ganar en su provincia por más de 50 por ciento de los votos.

Fue la primera vez, desde el retorno de la democracia en el país (1983), que el peronismo ganó en Río Negro y derrotó a la opositora Unión Cívica Radical, que gobernó esa provincia hasta ahora.

El trágico hecho se produjo cuando estaba solo con su esposa, Susana Freydoz, en una casa de campo, donde habían compartido horas antes con la familia la fiesta de fin de año.

Por estas circunstancias Freydoz fue llevada por la policía local para declarar ante tribunales.

En los primeros momentos algunos medios dijeron que hubo forcejeo entre Soria y su esposa y en esa situación se habría disparado el arma, lo que suponía una muerte por causas pasionales.

Sin embargo, las autoridades provinciales informaron que la muerte se produjo por un accidente doméstico, debido a la manipulación de un arma de fuego.

Según la Constitución provincial, lo remplazará en el cargo el vicegobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien deberá continuar el mandato hasta el 9 de diciembre de 2015.

La muerte de Soria produjo reacciones de pesar en el gobierno nacional, en el peronismo en su conjunto y también en sectores opositores. En movimientos de izquierda no era precisamente un hombre popular.

El ex gobernador Pablo Verani, una de las figuras políticas más respetadas por su seriedad como opositor, evitó y criticó todo tipo de hipótesis que de inmediato comenzaron a plantear algunos medios opositores, después de manifestar su vieja amistad con Soria. Coincidió con el diputado nacional por Río Negro, Óscar Albrieu, del Frente para la Victoria, en demandar que se deje trabajar a la justicia en este caso. El municipio de la ciudad de General Roca, donde uno de los hijos de Soria es intendente, declaró asueto administrativo para mañana.

El gobernador fallecido tenía una larga trayectoria política en el peronismo y ocupó diferentes cargos en la función pública, en algunos de los cuales su paso fue polémico. El diario opositor La Nación lo define como un peronista polémico que se adaptó al kirchnerismo.

Su relación con el fallecido ex presidente Néstor Kirchner y su esposa, la actual mandataria Cristina Fernández, no siempre fue buena. En 2002 la entonces senadora los denunció por espionaje contra su esposo desde el cargo que ocupaba Soria en la Secretaría de Inteligencia del Estado y cuando éste estaba ya trabajando en su candidatura a la presidencia, a la que finalmente llegó en 2003.

Había llegado a ese cargo de la mano del ex presidente inte-rino Eduardo Duhalde (enero 2002-mayo 2003). después de ser ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires en 1999, cuando Duhalde era el gobernador.

En 1973, siendo militante peronista activo, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires.

En 1987 fue diputado nacional por el entones Frente para la Victoria de Río Negro, relegido varias veces. No era un hombre surgido de las filas cercanas al peronismo que seguía a los Kirchner; incluso tuvo algunos enfrentamientos con periodistas como Horacio Verbitsky, quien lo criticaba por su historia anterior.