jornada


letraese

Número 184
Jueves 3 de Noviembre
de 2011


Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus


pruebate


reseña

El deseo incómodo
El deseo de Tomás
Berta Hiriart / Ediciones El Naranjo 2010

“Son aves y están a punto de elevarse. No pesan. Apenas rozan el piso. Van a volar. Los brazos se abren amplios. Son alas, ya despegan, ya se elevan. Son aves y están libres”, eran las palabras que escuchaba Tomás todos los días por la tarde en su casa y despertaban en él una ilusión.
Como todos los niños de 9 años, Tomás es inquieto, juguetón, desobediente y soñador. Hace repelar a su hermana, a su madre, y a todo aquel que pueda. Habita en una casa en la que conviven todos los días su mamá, su papá, su hermana y su abuelo. Así, pasa sus tardes observando las películas del abuelo –situación que pretende evitar de todas las maneras posibles–, escuchando a su hermana hablar de sus clases de danza y jugando con su amigo Carlitos, cómplice de travesuras.
Fieles a las tradiciones, sus padres preparan a Tomás para ser el próximo encargado de la tienda La Sirena, heredada de su abuelo a su padre, y por tanto, de él a Tomás. A diferencia de su hermana, quien según su abuelo podrá estudiar lo que quiera, pues al fin y al cabo, ella se casará y no tendrá problemas, Tomás está obligado a continuar la tradición familiar.
Sin embargo, al cumplir 10 años, Tomás se encuentra en una disyuntiva al darse cuenta que no desea seguir las tradiciones y quiere hacer cosas que causarían controversia al interior de su hogar. Así, al pedir un deseo, tras apagar la vela de su pastel de cumpleaños, revela su ambición y el mundo se derrumba para su familia.
A partir de este momento, al interior de su casa, comienzan una serie de replanteamientos sobre lo que cada quien debe hacer, lo que ha hecho y lo que hará. Así, Tomás, resquebraja las ideas tradicionalistas de su familia.
De Berta Hiriart, con ilustración de Guadalupe Sánchez Sosa, El Deseo de Tomás, es un cuento que permite reflexionar sobre la necesidad de romper con los estereotipos arraigados en la sociedad con la finalidad de que cada persona, de acuerdo a sus convicciones y deseos, tenga un desarrollo integral a lo largo de su vida. (Leonardo Bastida Aguilar)

Gyna sapiens
Sexo, tiempo y poder
Leonard Shlain / Océano 2010


En medio de una época en que el estudio de la sexualidad humana lucha por desentrañar sus componentes sociales y psicológicos, Leonard Shlain invita a regresar a las bases: a la teoría de la evolución. Los temas que aborda coinciden con los de diversas discusiones en derechos sexuales y reproductivos: el ciclo menstrual, la muerte materna, el orgasmo femenino, la circuncisión, las diferencias entre géneros, el matrimonio, la exclusividad sexual, el patriarcado.
A la par de su profesión de médico cirujano, Shlain, fallecido en 2009, se aficionó a temas de filosofía, antropología, sociología y arte. Ese conocimiento se refleja en Sexo, Tiempo y Poder, un ensayo sobre cómo la sexualidad de la mujer determinó la evolución humana. Con un lenguaje ágil y claro, el autor se aboca a desenmarañar los orígenes de adaptaciones evolutivas que hacen diferente a la hembra humana de todas las hembras existentes en el planeta.
Gyna sapiens es como bautiza Shlain a quien pudiera llamarse la “madre” de nuestra especie. Es necesario otorgarle un nombre femenino (diferente al Homo sapiens) para enfatizar cómo su ciclo reproductivo dio forma al tránsito de la humanidad dentro de la historia biológica.
¿Por qué Gyna sapiens no muestra claras señales de época de apareamiento, como sí lo hacen otras hembras? ¿Por qué las humanas no tienen siquiera una época de apareamiento? ¿Cómo el surgimiento del raciocinio y, por tanto, del libre albedrío, pudo salvar a Gyna sapiens y sus hijas de una muerte inminente a causa del parto? Son algunas de las preguntas que el escritor estadunidense resuelve a través de un claro razonamiento evolutivo, y que obligan a los lectores a recordar que forman parte de una especie más en el mundo, por lo que la biología (la Madre naturaleza, como la llama para hacerla más familiar) dio origen a buena parte de sus comportamientos. Sin embargo, el texto no pierde de vista cómo las diferencias biológicas entre los sexos se han tomado como pretexto para marcar profundas distinciones sociales. (Rocío Sánchez)

S U B I R