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Impartió un taller a jóvenes para dirigir a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata

El verdadero peso de la música se encuentra en el alma: Avi Ostrowsky

La técnica debe aprenderse para después hacer poesía con ella, dice el maestro israelí

Antes de ocupar el podio y mover las manos es importante analizar la esencia del arte sonoro, recomienda

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El maestro israelí Avi Ostrowsky instruye a jóvenes en la dirección orquestal, durante un ensayo con la Orquesta Juvenil Eduardo Mata, en vísperas del concierto que ofrecerán el próximo domingo en la Sala NezahualcóyotlFoto María Meléndrez Parada
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Periódico La Jornada
Viernes 30 de septiembre de 2011, p. 5

Cinco jóvenes mexicanos dirigirán a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata el domingo 2 de octubre, como graduación de un taller de dirección orquestal que impartió el maestro israelí Avi Ostrowsky.

El concierto, con entrada libre para el público, será a las 18 horas en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitaria.

Ni las apariencias ni la veleidad caben en la dirección de orquesta, asevera Ostrowsky en entrevista con La Jornada.

Este es un oficio de personalidad y muchas veces eso nos brinda una apariencia, pero no siempre. Lo externo es intrascendente, el verdadero peso de la música está en la esencia, lo que se encuentra en el alma y uno es capaz de expresar, explica.

“La dirección de orquesta no es como la fiesta brava, en la que ante todo se debe parecer torero para serlo. Un verdadero director debe saberse, sentirse, ser tal, pero no en lo que concierne a su imagen, sino en lo que proviene de su interior.

El camino para hacer música es pensarla en términos colectivos. El director no debe actuar de manera individual, sino poner su talento y sus conocimientos al servicio de la música, ser parte del hecho musical, un elemento más de la orquesta, indica.

Alguien como Toscanini es inconcebible. El director tirano o dictador quedó en el pasado hace mucho tiempo. Hoy el trato dentro de una orquesta debe ser cordial y respetuoso; así se obtienen mejores resultados.

Búsqueda de un lenguaje propio

Egresado de la Academia Rubin, de Tel Aviv, Avi Ostrowsky ha sido titular de la Sinfónica de Haifa y la Filarmónica de Amberes; también ha dirigido a la Sinfónica y la Filarmónica de Londres, así como a las agrupaciones filarmónicas de la BBC, de Amsterdam, Oslo y Estocolmo. Sus presentaciones incluyen conciertos y óperas.

Una de las principales enseñanzas que gusta compartir con los noveles directores de orquesta es evitar copiar los modos, formas, ademanes, estilo y hasta gestos de otros profesionales.

Imitar es algo superficial y lo más importante es que cada quien trate de encontrar el camino para llegar a su voz, encontrar su propio lenguaje. Cada persona tiene siempre algo qué decir.

De igual manera, subraya la importancia del conocimiento y manejo técnico de esta disciplina, pero sólo desde la conciencia de que se trata de una herramienta para dar cauce a lo realmente esencial: los sentimientos interiores.

La técnica es como un idioma, es necesaria aprenderla para después hacer poesía con ella, agrega Ostrowsky, quien explica que el taller que imparte está dividido en cuatro secciones.

En la primera, precisamente se trabaja con los estudiantes el aspecto técnico; la segunda consiste en el análisis musical, el estudio y la reflexión de las partituras, con el propósito de desentrañar sus enigmas.

Este negocio no sólo es de dirigir, sino también de conocer la música, su esencia. Por eso es importante analizarla de forma profunda antes de subirse al podio y comenzar a mover las manos.

La tercera está dedicada a dirigir con dos pianos y en la última se dirige una orquesta, rubro que destaca del taller en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pues facilita una agrupación para trabajar de forma diaria durante tres horas, lo cual es excepcional; eso ni siquiera se ve en Europa.

Se trata de la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, cuyo podio ocuparán los cinco jóvenes participantes del taller en el concierto del domingo, con obras de Mozart, Beethoven, Schubert y Brahms.

Fueron seleccionados de entre la comunidad estudiantil de la Escuela Nacional de Música, el Conservatorio Nacional, la Escuela Vida y Movimiento del Centro Cultural Ollin Yoliztli y de la Ópera de Bellas Artes, además de incluir al ganador del primer lugar del concurso convocado por la UNAM para elegir al director asistente de su orquesta filarmónica.

Por un relevo generacional

La idea de ese taller surgió a partir de que en México no existe un relevo generacional en el ámbito de la dirección de orquesta, y lo que buscamos con esto es desarrollar nuevos talentos con vistas a futuro en ese ámbito, aclara el titular de la Dirección de Música, Gustavo Rivero Weber, quien manifiesta su interés por que tal iniciativa sea permanente.

–¿Cuál es el principal consejo que le da a un joven músico interesado en ser director de orquesta?– se pregunta al maestro Avi Ostrowsky.

–Cuando terminé mis estudios, me acerqué a mi maestro para preguntarle si yo tenía talento, si podía ser director o mejor me regresaba a mi actividad anterior, como mecánico de automóviles. Me respondió que ésta es una profesión difícil, absorbente, que requiere toda la vida, que ofrece bellos momentos, pero también muy duros y difíciles, como cuando no lo invitan a uno o por el alto grado de competencia que hay. Me aclaró que eso no era malo. Lo importante, me dijo, no es lo que uno quiere hacer, sino lo que debe hacer porque lo dicta el corazón.