San Luis Potosí SLP, 7 de agosto. Pobladores de varias comunidades acusaron a la empresa Cal Química de quitarles tierras, dañar viviendas y contaminar la Sierra de Álvarez, con la tolerancia del secretario de Ecología del estado, Manuel Barrera Guillén, y de su esposa, la diputada Yvett Salazar, presidenta de la Comisión de Ecología del Congreso local, entre otras autoridades.

Los afectados del poblado Los Matías, municipio de Villa de Zaragoza –quienes formaron una asociación civil para defenderse y denunciar las afectaciones–, exigieron a las autoridades que ya no dejen operar a la compañía canadiense y que obliguen a sus directivos tanto a sanear la zona como a devolver las tierras robadas.

En conferencia de prensa, también consideraron insuficiente la resolución emitida la semana pasada por la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), que ordena a Cal Química reparar 35 casas cuarteadas por las explosiones diarias y señalaron que más de 40 hectáreas de bosque han resultado dañadas con desechos químicos.

El titular de Segam, Manuel Barrera Guillén, y su esposa, la diputada Yvett Salazar, desdeñan los efectos causados por la calera pese a la contaminación en la zona protegida, y pretenden disolver la inconformidad ofreciendo a los afectados que se resanarán las paredes de sus viviendas cuarteadas por las detonaciones, refirieron los dirigentes Isaías Zárate, José Martínez y José Manuel de la Torre.

Los denunciantes atribuyeron a la compañía la alta incidencia de enfermedades respiratorias en varias comunidades y aseguraron que ya se han reportado muertes por cáncer de garganta, por lo que solicitaron apoyo científico para probar el nexo entre la operación de la empresa y las afectaciones a la salud.

Advirtieron que defenderán sus derechos y exigirán que se cancelen los permisos otorgados a Cal Química por el ayuntamiento de Zaragoza, que recibió 700 mil pesos por el permiso de uso de suelo.

El 7 de abril de 1981 la Sierra de Álvarez fue declarada parque nacional y el decreto correspondiente apareció un mes después en el Diario Oficial de la Federación. Sus casi 17 mil hectáreas son desde entonces área natural protegida, donde un sistema de cavernas de origen kárstico (calizo) favorece la recarga de mantos acuíferos y abastece de agua a la capital estatal.

En la región abundan encinos de varias especies, que alcanzan alturas hasta de 25 metros, y en la zona oeste proliferan cactáceas.

La fauna del refugio natural ubicado entre los municipios de Armadillo de los Infante, Cerro de San Pedro, Ciudad Fernández, Rioverde, San Luis Potosí, San Nicolás Tolentino, Santa María del Río, Tierranueva, Villa Hidalgo y Zaragoza, está constituida por venados cola blanca, coyotes, armadillos, halcones azules, víboras de cascabel, zorrillos, jabalíes, culebras y lagartijas, entre otras especies cuyo hábitat ha resultado afectado por la operación irresponsable de la calera, según los denunciantes.