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Presencia de lo invisible descubre el lado ocultista de Amado Nervo, Jung, Freud y otros

Ignacio Solares revela el otro mundo de personajes de la historia y las letras

Es un compilado de 16 ensayos, algunos ya publicados, editado por el sello Alfaguara

 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de julio de 2011, p. 6

Grandes personajes de la historia y la literatura se dedicaron al ocultismo, el espiritismo y la parasicología, o vivieron enfermedades como la hipocondria, tuvieron crisis de fe o quisieron suicidarse. Son esos detalles los que el escritor Ignacio Solares pone a descubierto en su libro Presencia de lo invisible.

Son 16 ensayos, algunos publicados en la Revista de la Universidad de México, que ahora forman el volumen editado por Alfaguara, en el que se presentan, por ejemplo, las prácticas espiritistas de Francisco I. Madero, los problemas existenciales que vivió Amado Nervo, las crisis nerviosas de Santa Teresa, los juegos a la ruleta rusa que practicaba Graham Green o el interés de Sigmund Freud o Carl Gustav Jung en la parasicología.

“De alguna manera estos ensayos son como la filosofía de mis novelas. Siempre me ha interesado la parte –por llamarlo de alguna manera y entre comillas– ocultista. Me han interesado los temas de la muerte, en algún sentido lo religioso. Son textos que fueron escritos a lo largo de muchos años. Es encontrar el aspecto de lo otro, porque creo que esa es una de las funciones de la literatura: que por más seguro que sea el piso que pisamos o el sol que nos alumbra estamos rodeados de otro mundo que en cualquier momento puede hacer una hecatombe. Esa es la función de la literatura, darnos a conocer ese otro mundo”, expresa el escritor nacido en Chihuahua.

Esa parte invisible descubierta ahora, no significa que vaya a cambiar la percepción que tenemos de esos personajes, sino que sirve para ampliar lo que conocemos de ellos y de su obra. Verla, quizás, con otros ojos.

El problema con el tema del libro es que “está devaluado, como casi todo en la actualidad: la política, la religión la parasicología, el espiritismo. Me gusta más el término ‘lo otro’. Me parece que finalmente uno no es dueño de sus temas, como tampoco de sus sueños: quizás me habría gustado ser un escritor realista, pero no lo soy, y no puedo ir contra eso. Tal vez me marcaron los jesuitas desde los 10 años, y eso soy yo, no tiene remedio. El que haya buscado y me haya acercado a ese tema va más allá de mí: yo tenía que escribir sobre eso porque era mi tema y me da gusto pensar que finalmente es un mundo propio, inevitable”.

En mi caso, añade el autor de Ficciones de la Revolución Mexicana, lo invisible tiene que ver con que me he decepcionado de todas las religiones. Creo en algo más, pero no me gusta ponerle nombre, porque si le pones Dios, en seguida te remite al señor con barbas o al Dios del obispo Rivera Carrera. Puedo asegurar que mi dios no tiene nada que ver con el del señor obispo. La Iglesia me parece que está devaluada de manera terrible, por eso digo que el gran reto de los católicos es convertirse al cristianismo. He vivido un conflicto muy profundo en mi fe, porque estudié con jesuitas, y ese camino no tiene remedio, estoy marcado por ello, pero me ha llevado a ir cada vez más convirtiéndome en un creyente de algo más, pero sin agarradera. Estoy en el aire. Se me acabaron las ilusiones y las utopías, así como siento que vivimos en un mundo sin ilusiones y sin utopías.

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Presencia de lo invisible no cambiará la percepción de los personajes, sino que amplía el conocimiento de ellos y su obraFoto Jesús Villaseca

Al ocultismo y al espiritismo le he entrado sólo por la literatura. Me he conformado con ello y no dudo que sea porque me da miedo desilusionarme. Diría ya que mi religión es la literatura; la literatura me salva, porque si no fuera por ella, ¿qué haría? No sabría qué hacer, y la literatura es una agarradera: es la única que no me ha fallado. Si tuviera que escoger, ya en un caso extremo, entre leer y escribir me quedaría con leer, porque me considero un lector permanente, obsesivo.

Finalmente, en la literatura se es pleno, dueño y señor de uno mismo. Cuando se escribe es como un mundo absoluto; creo profundamente en el acto de la escritura y en el destino, en que hay quien tiene una misión. Pienso en Javier Sicilia, la gran tragedia que ha pasado y cómo ha logrado sobreponerse y darle un sentido. Es un caso ejemplar de lo que estamos viendo en este mundo terrible que se nos está desmoronando, porque finalmente el caos en que vivimos, mejor dicho el caos en el que nos ha metido esa estrategia equivocada del Presidente, primero para legitimarse y luego quedar bien con Estados Unidos, en ese caos, creo profundamente en eso que ya se ha dado en llamar la sociedad civil. En lo que hace cada uno... no nos queda otra.

Solares, director de la Revista de la Universidad de México y ganador de varios premios literarios, prepara ahora una novela acerca de Plutarco Elías Calles, que es, finalmente, la historia del PRI. Crucemos los dedos, pero a lo mejor en una de esas regresa al poder. Sigo pensando que lo que necesitamos es una izquierda cohesionada. Ya nos ganaron Perú, Chile, Brasil... sigo creyendo profundamente en que nuestra esperanza está en una izquierda cohesionada.