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Ayer se inauguró un corredor cultural dedicado al humanista de tipo renacentista

Obra e imagen de Carlos Montemayor se pasean por la delegación Iztapalapa

La demarcación tramita que todo el Eje 6 Sur lleve el nombre del escritor

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Una palapa y varias plazoletas del corredor, en las que cada semana habrá actividades culturales y deportivas, llevan nombres de las obras de Montemayor, aquí, representado en un grafitiFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de junio de 2011, p. 3

La imagen de Carlos Montemayor ha comenzado a atravesar la delegación Iztapalapa y con ella van su nombre, su vida y su amplia obra de novela, cuento, poesía, ensayo, bel canto, traducción desde varios idiomas, promoción cultural y activismo político y social del lado de las mejores causas.

Por lo pronto, un extenso corredor cultural fue inaugurado este sábado con el nombre de este humanista del tipo renacentista –como llamaron Max Rojas y José Luis Cruz a Montemayor por sus cualidades multidisciplinarias–, ubicado sobre el camellón del Eje 6 Sur, Avenida Jalisco, en el tramo entre Gabriela Mistral y Calle Sur 27, colonia Margarita Maza de Juárez.

Ahí, en las bardas intercaladas con malla de alambre, se pueden apreciar ya cuatro retratos suyos hechos por grafiteros, acompañados de uno de Zapata y otro del subcomandante Marcos, pero serán más, pues se cuenta con unos 200 espacios, según dijeron a La Jornada miembros del colectivo Bandas Unidas Iztapalapa.

Una palapa y varias plazoletas del corredor, en las que cada semana habrá actividades culturales y deportivas –según se comprometió la delegada Clara Brugada–, llevan nombres de sus obras: Guerra en el paraíso, Las mujeres del alba, Mal de piedra, La fuga, Los tarahumaras, pueblo de estrellas y barrancas.

Además, la delegación realizará los trámites pertinentes ante la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal para que todo el Eje 6 Sur –desde Insurgentes según unos, o desde Plutarco Elías Calles, según otros– sea renombrado como Carlos Montemayor.

El corredor tiene también una cancha de futbol rápido y una pista de skate para ciclistas y patinetos, además de canchas de basquetbol, gimnasio al aire libre, arenero y juegos infantiles.

La inauguración fue encabezada por Brugada, y participaron poetas como Max Rojas, el crítico de arte Alberto Híjar, el cantautor Gabino Palomares, el pianista y periodista Antonio Bravo, escritores indígenas como Pedro Martínez Escamilla y Angélica Pérez, promotores culturales y sociales como José Luis Cruz y Edmundo Justino Matadamas, grafiteros como Enrique Reyes Lugo y funcionarios locales como Julio Millán, además de Victoria Montemayor, hija del intelectual.

Luego de interpretar varias canciones, Palomares expresó su gusto por la creación de un espacio acá, donde no suceden hechos culturales, concentrados casi siempre en el triángulo elitista Zócalo-Chapultepec-Sur de la ciudad. Y este contacto y vínculo profundo con la gente y sus diversos problemas, agregó, es el que más interesaba a Montemayor.

Max Rojas, iztapalapense distinguido, leyó su poema Trenos, escrito hace 30 años, y dijo que pareciera que México sigue su caída, que todos estamos expuestos a recibir un balazo, aunque enseguida recordó que ahora un poeta ya ha levantado la voz: Javier Sicilia.

Alberto Híjar recordó la importancia que para Montemayor tuvo el asalto al cuartel militar de Madera, en Chihuahua, su estado natal, y reconoció que éste precisó intelectual e históricamente las razones de esa y otras luchas.

Evocó que, como decía el líder guerrillero Lucio Cabañas, para Montemayor siempre fue fundamental ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo. Por eso, agregó, estuvo con los zapatistas de Chiapas y con los trabajadores electricistas.

Su voz, también a Iztapalapa

Si algo quería Carlos, señaló Antonio Bravo, es que las grandes obras fueran para el pueblo, y recordó que el maestro siempre tuvo las puertas abiertas de su casa para sus amigos, como sucede con este corredor cultural.

Bravo grabó varios discos con el tenor Montemayor y le ayudó a digitalizar más de 200 horas captadas en casetes, entre ellas entrevistas de y al maestro, pero también la voz de Cabañas cuando pidió a unos campesinos de Guanajuato que aunque sea le dieran tostadas con frijoles a sus guerrilleros.

Victoria Montemayor agradeció en nombre de su familia la creación de este maravilloso corredor, en el que se buscará rescatar la cultura de nuestro país, que tanta falta hace. La cultura sirve como reflexión a las personas y al pueblo. Eso era lo que buscaba mi papá con toda su obra: hacer reflexionar y pensar a la gente.

Brugada dijo que este es el segundo de siete corredores culturales, que son parte de un gran proyecto de hacer del oriente de la ciudad un polo de arte y creación, que apunten en favor de la construcción de una sociedad democrática. Y en ello la vida y la obra de Montemayor, agregó, ha sido un punto de referencia fundamental.

La delegada aseguró que el corredor, creado sobre un camellón antes descuidado y por el que pasan torres de alta tensión y un oleoducto, no representa ningún peligro, como han señalado adversarios políticos suyos.

Todos concluían sus intervenciones con un ¡Viva Carlos Montemayor!, que era coreado por los presentes, muchos, si se considera que el acto duró varias horas bajo el sol quemante del mediodía.

Al final se hizo un recorrido por los diversos espacios de todo el corredor. En las plazoletas había espectáculos de música de cámara, popular y coros, poesía y teatro. Y como alguien dijo, al maestro le hubiera gustado estar ahí, en esa zona popular de la ciudad de México.