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Todos los objetivos son estrictamente militares, reitera comandante de la OTAN

Incendian las embajadas de GB e Italia en Libia; la ONU desaloja a su personal

Londres expulsa al embajador libio

Protestas en Trípoli por la muerte de Saif al Arab Kadafi

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Aspecto de los daños al complejo de seguridad de Muammar Kadafi tras un bombardeo de la OTAN en el que murieron Saif al Arab, el hijo menor del líder libio y tres de sus nietos, entre otras personasFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de mayo de 2011, p. 24

Trípoli, 1º de mayo. Multitudes furiosas prendieron hoy fuego a las embajadas de Gran Bretaña e Italia, horas después de que Muammar Kadafi salió ileso de un bombardeo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre la capital libia, que mató a su hijo menor, Saif al Arab, y a tres de sus nietos el sábado por la noche. La Organización de Naciones Unidas (ONU) reaccionó a estos hechos con el desalojo de su personal en Trípoli este domingo.

El cuerpo de Saif fue reconocido en la morgue por varias personas de Libia, entre quienes estuvo el obispo de Trípoli, el italiano Giovanni Martinelli, quien radica en este país desde hace 30 años y desde el inicio de las ofensivas estadunidenses, francesas y británicas, el 19 de marzo, denunció la muerte de civiles.

No obstante, el comandante de las operaciones de la OTAN contra Libia, el canadiense Charles Bouchard, eludió nuevamente reconocer el asesinato de civiles y aseguró que los proyectiles fueron dirigidos hacia un conocido edificio de comando y control en el vecinario de Bab Azizia de Trípoli.

Todos los blancos de la OTAN son de naturaleza militar y han sido claramente relacionados con los ataques sistemáticos del régimen de Kadafi contra la población libia. Nosotros no atacamos a individuos, según Bouchard.

La muerte de Saif al Arab, de 29 años, ocurrió un día después de que Kadafi ofreció a los aliados occidentales –en un mensaje televisado– iniciar una tregua y un proceso de negociación, incluida cualquier pretensión sobre el apreciado petróleo ligero de Libia.

Kadafi, quien dijo que no abandonará su país y defendió el derecho a responder a la agresión extranjera, mantuvo hoy silencio sobre la muerte de sus descendientes, cuyo funeral se realizará este lunes.

Los nietos fallecidos son Saif, de dos años (de quien las agencias no pudieron confirmar la ascendencia); Carthage, de dos años, hija de Hanibal, y Mastura, de cuatro meses, hija de Aisha. Vecinos y amigos de Saif también fallecieron en el bombardeo, pero no fueron identificados.

Tampoco reaccionó a los hechos Saif al Islam, quien el 25 de abril se encargó de emitir un mensaje al pueblo libio con motivo del ataque a las oficinas de Kadafi en Bab Azizia.

Los opositores en el puerto de Bengasi recibieron la noticia con una mezcla de júbilo y confusión, toda vez que en un principio creyeron que se trataba de Saif al Islam y más tarde pusieron en duda el hecho.

Esto fue una falsedad utilizada como propaganda para provocar una división en la OTAN, dijo un vocero del autoproclamado gobierno de transición, que sin embargo validó el ataque sobre Bab Azizia. Creemos que la OTAN estaría en lo correcto si ataca al líder de la milicia que está matando a miles de civiles libios, apuntó en referencia a supuestas actividades del hijo mayor de Kadafi, economista y empresario de 38 años.

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Saif al Arab, el hijo menor del líder libio Muammar KadafiFoto Reuters

De acuerdo con la agencia Reuters, Saif al Arab, quien estudió en Alemania, no estaba casado y era una persona religiosa.

Moussa Ibrahim, vocero del gobierno libio, afirmó que Saif al Arab estaba jugando y hablando con su padre y su madre, así como con sus sobrinos y sobrinas, cuando cayeron las bombas de la OTAN.

En la ciudad sede del gobierno formado por los opositores, milicianos lanzaron fuegos artificiales para celebrar la embestida de la OTAN, tanto en tierra como en el mar. Los combatientes también dispararon al aire y para ello utilizaron las municiones que guardaron para la eventual defensa del puerto petrolero de Brega.

La muerte de Saif al Arab, sexto en la familia Kadafi, provocó manifestaciones de protesta en Trípoli, que fueron reconocidas por los opositores en Bengasi como una muestra del enojo por los bombardeos de la OTAN, sin que hayan sido promovidas por el gobierno libio.

La cancillería italiana confirmó que su embajada en Trípoli –cerrada desde mediados de marzo– fue blanco de actos vandálicos.

El sábado, Muammar Kadafi afirmó en una presentación en televisión que Italia –al sumarse a la agresión iniciada por Washington, París y Londres– dio marcha atrás a un tratado de amistad firmado en 2008 con el primer ministro Silvio Berlusconi. Me pidieron perdón por los horrores del colonialismo y hoy repiten la invasión a Libia, dijo Kadafi en referencia a la invasión italiana en el preludio de la Segunda Guerra Mundial.

También la cancillería británica dijo que de confirmarse la versión de la destrucción de su legación en Trípoli, Libia quedaría comprometida con un nuevo ataque a las obligaciones internacionales de Kadafi.

El primer ministro, David Cameron, sin mencionar a los muertos de la familia Kadafi, dijo que el ataque es acorde con el mandato de la la resolución 1973 de la ONU para evitar la muerte de civiles, lo que abarca la maquinaria de guerra del gobierno libio, que incluye obviamente armas, lanzacohetes y también puestos de control y mando.

En respuesta a la destrucción de embajadas, Londres expulsó al embajador libio, mientras la ONU desalojó a su personal este domingo. El organismo no precisó la cantidad de individuos involucrados, pero el mes pasado fueron varios elementos de la Coordinación de Asuntos Humanitarios para reforzar actividades en medio del conflicto.

Los hechos del sábado en Bab Azizia llevaron nuevamente a Rusia a cuestionar las acciones de la OTAN. Las declaraciones de la coalición de que los ataques aéreos contra Libia no están destinados a destruir físicamente a Muammar Kadafi ni a sus familiares causan serias dudas, señaló la cancillería rusa en un comunicado.