Ginebra, 29 de abril. El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó hoy el envío urgente de una misión para investigar las denuncias de represión y asesinatos extrajudiciales en Siria, donde una ola de protestas contra el presidente Bashar Assad ha agitado el ambiente político desde hace seis semanas y obligó al gobierno a desplegar tropas en la ciudad de Deraa, el punto original de las manifestaciones, en el sur del país.

La decisión del consejo fue adoptada al final de una larga jornada de negociaciones en una sesión dedicada exclusivamente a discutir la situación en Siria, a petición de Estados Unidos, con el apoyo de la Unión Europea, Japón y México, entre otros.

La resolución pide al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos el envío en forma urgente de una misión a Siria para investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos y para establecer los hechos y circunstancias de esas violaciones y los crímenes cometidos.

El representante de Siria ante el consejo manifestó la oposición de su gobierno y advirtió que la resolución solamente va a complicar la situación de los derechos humanos en Siria y va a reforzar las tensiones en el país.

Los representantes de Cuba, Rusia y Pakistán votaron en contra de la resolución, al igual que el embajador de China, quien afirmó que la decisión de la ONU podría crear un peligroso antecedente.

En Washington, mientras tanto, el presidente Barack Obama impuso sanciones económicas contra el responsable del ejército sirio, Maher Asad, al igual que al jefe de los servicios de inteligencia, Ali Mamluk, y a Atef Najib, ex jefe de inteligencia de Deraa.

En Bruselas, los embajadores de los 27 estados miembros de la Unión Europea decidieron encargar a un grupo técnico la preparación de un embargo de armas y otras sanciones contra Damasco, en respuesta a las denuncias de violaciones a derechos humanos.

Las protestas continuaron hoy en varias ciudades de este país de 21 millones de habitantes, según versiones de miembros de organizaciones de derechos humanos que se comunicaron vía telefónica con periodistas de agencias internacionales de noticias, quienes no pudieron corroborar los hechos por falta de autorización del gobierno sirio para realizar la cobertura en los lugares correspondientes. Las mismas fuentes dieron cuenta de un total de 62 muertos.

Las manifestaciones se llevaron a cabo en un barrio de Damasco llamado Midan; en Saqba, cerca de la capital; en Homs, en el centro del territorio; en Banias, en el noroeste del país; en Deir Ez Zor, 460 kilómetros al noreste de Damasco; en Ar Raqqa, 540 kilómetros al noreste de la capital, y en Qamishli, la región de mayoría kurda del norte de Siria.