Veracruz, Ver., 15 de abril. En el Baluarte de Santiago, el único que queda de los cuatro que rodeaban este puerto, el asfixiante calor dio la impresión de querer concentrarse en la mirada de Ana María Torres, quien parecía querer fulminar desde ahora a Jackie Nava. Apenas esbozó una sonrisa previo a su esperado duelo de este sábado por la noche, que definirá a la mejor boxeadora mexicana de la actualidad.

De un autobús procedente de Neza, decorado con una foto de la Guerrera, bajaron decenas de ruidosos partidarios de Ana María con tambores y matracas.

Y si Jackie no respondió al gesto fiero de la mexiquense, sus partidarios sí lo hicieron con ruidosas porras, por lo que la ceremonia de pesaje fue un preludio de lo que sucederá está noche en la función Reinas en Guerra, en la que estarán en juego tres títulos mundiales femeniles.

En este momento ella es mi peor enemiga y lo único que quiero es golpearla, dijo Torres para explicar el coraje que encerraba su mirada.

“Mi adrenalina ya está al ciento por ciento, vamos a demostrar la calidad del boxeo femenil que hay en México y a todos los que vinieron de Neza y a los que verán la pelea por televisión les prometo que no los voy a defraudar, voy a demostrar ser la mejor pugilista”, añadió.

Nava se mantuvo en el discurso cauto que ha utilizado en estos días. Ahora ya sólo me queda disfrutar la pelea y lo único que sé es que voy a ganar, dijo, y ante la pregunta de si será por decisión o nocaut, repitió: voy a vencer.

El combate se observa tan parejo como los récords de ambas: 24 triunfos, tres derrotas y dos empates. Ana tiene 14 nocauts, tres más que la llamada Princesa Azteca, y también una ligera ventaja en la estatura, ya que con sus 1.63 metros supera por dos centímetros a la tijuanense. Las dos tienen 31 años y viven tal vez el mejor momento de sus carreras.

No estará en disputa el título de supercampeona de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), pero Nava (campeona supergallo del Consejo Mundial de Boxeo CMB) y Torres (monarca supermosca también del CMB), coinciden en que eso ya no importa.

Será una gran pelea, haya título o no, dice Ana María, quien rechaza estar en inferioridad en el peso. Este sábado ambas dieron las 120 libras (54.431 kilos) en que se pactó el pleito, pero si ella sube cinco o seis kilos no me interesa. Ya le han ganado y conmocionado; a mí, no.

El duelo tiene varias lecturas. Además del enfrentamiento en el cuadrilátero, abajo se darán otros choques. Ana tiene el respaldo de Televisa, Corona y HG Boxing, mientras Jackie el de TV Azteca, Tecate y Promociones Zanfer.

Por eso se asegura que la revancha ya está pactada, para beneficiar, asimismo, a la televisora del Ajusco.

Las opiniones también están divididas. El mánager Ignacio Beristáin se inclina por Torres –se le ve muy fuerte en este peso–, mientras Antonio Margarito está con Jackie: Es muy técnica, tira bastantes golpes y tiene buen pegue abajo.

Y mientras el veracruzano Beristáin recibirá un reconocimiento el próximo mes en su natal Actopan, a 50 kilómetros de este puerto, el tijuanense asegura que todavía hay Margarito para rato y se prepara para dar la revancha al puertorriqueño Miguel Cotto, en julio o septiembre.

En las contiendas previas Irma Sánchez enfrentará a Jéssica Chávez por el cetro minimosca FIB, y Hollie Dunaway chocará con Katia Gutiérrez, por el título paja FIB, en función a realizarse en el World Trade Center de Boca del Río, donde por la noche se espera más calor que el que se siente durante el día.