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La isla tendrá en breve más jubilados que jóvenes en busca de un primer empleo

La población cubana se reduce y envejece aceleradamente, revela un estudio oficial

Elevar las pensiones está condicionado al aumento de productividad, tema del congreso del PCC

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Abastecimiento de agua ayer en La Habana. La capital cubana sufre la peor sequía en 50 añosFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 14 de abril de 2011, p. 32

La Habana, 13 de abril. A causa de la caída en la fecundidad de sus mujeres y la emigración, la población cubana se está reduciendo y envejece aceleradamente, provocando un caso único en un país en desarrollo, en ausencia de desastres naturales o graves epidemias, sostienen informes oficiales.

A partir de este sábado, y durante cuatro días, el Partido Comunista de Cuba (PCC) definirá los perfiles de una decisiva reforma económica. El plan se aplicará en un país que por lo menos en década y media no llegará a los 12 millones de habitantes y pronto tendrá más jubilados que jóvenes buscando su primer empleo, con una mayor demanda de prestaciones económicas, médicas, familiares, sociales y culturales específicas, según los análisis.

En 2025 la isla será el país más envejecido de América Latina y el Caribe, estimó el Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). Más de la cuarta parte de su población tendrá entonces más de 60 años; las primarias tendrán entre un tercio y una quinta parte de la matrícula actual; la demanda de secundaria caerá en cerca de la mitad; las universidades perderán a uno de cada tres de sus actuales alumnos y el servicio militar tendrá entre 30 y 40 por ciento menos de reclutas.

En una investigación de tres años que terminó en 2009, la ONE examinó distintas variantes y encontró que en ningún caso el país podrá compensar las pérdidas que ha tenido por la escasez de nacimientos y la emigración al extranjero durante cuatro décadas.

Impacto en las pensiones

¿Por qué si sobran puestos de trabajo, según un plan oficial que incluye despidos masivos, se alargó el plazo de jubilación a 65 años para los hombres y a 60 para las mujeres? Esta pregunta que tomó estado público la respondió en el parlamento en diciembre pasado el vicepresidente Marino Murillo.

Antes del cambio en las jubilaciones, explicó Murillo, el año 2015 se volvía crítico: se cruzaba la curva ascendente de retiros con la línea en picada de los jóvenes que se incorporaban a la vida laboral. Ahora el cruce fatal se producirá en 2019.

El fenómeno, además, impacta en el sistema de pensiones. Una autoridad en el tema, el economista Carmelo Mesa-Lago, de la Universidad de Pittsburgh, en una ponencia que presentó en La Habana el año pasado, dijo que hasta 2008 Cuba tenía el retiro más generoso de América Latina y aún superior en el caso de los militares y personal de la seguridad interior.

Como respuesta a la falta de poder adquisitivo de las pensiones y a los riesgos de financiamiento del sistema, la reforma de 2008 logrará detener los gastos y aumentar los ingresos, pero en forma todavía insuficiente, expuso Mesa-Lago. Agregó que se requieren medidas adicionales y sugirió entre otras la jubilación a los 65 años para las mujeres; el traslado del régimen de retiro militar a la normativa general y un mecanismo nuevo para los jóvenes que llegan a la edad laboral, con aportaciones voluntarias y un fondo de capital con rendimientos

Un necesario aumento en las cotizaciones y en el monto de las pensiones, señaló el investigador, está condicionado al aumento de la productividad (uno de los focos de atención del congreso del PCC).

Se confirma la tendencia

Dos años después de su investigación, la ONE confirmó sus previsiones. En su más reciente informe, de enero pasado, reportó un total de 11 millones 240 mil 841 personas viviendo en Cuba (mil 787 menos que el año anterior), con una tasa anual de crecimiento negativa (por mil habitantes) de -0.2.

La tendencia no cambia, aunque la cifra aún tiene que ajustarse con el último dato de nacimientos en 2010: 127 mil 710 (2 mil 326 menos que el año anterior). Aún sin ese ajuste, la ONE reportó hasta diciembre pasado una tasa global de fecundidad (promedio de hijos por mujer) de 1.63, la más baja del hemisferio y lejos del nivel de 2.1, que se considera el mínimo para que la población permanezca estable y una tasa bruta de reproducción (hijas por mujer) de 0.79.

Tras la explosión de nacimientos que siguió al triunfo de la revolución en 1959, las cubanas dejaron de tener hijas suficientes para remplazar a la población a partir de 1978 y no las tendrán en los próximos 20 o 30 años. Un 7.3 por ciento de mujeres cubanas termina su vida fértil sin hijos, según mostró otra investigación de la ONE, la Encuesta Nacional de Fecundidad, concluida el año pasado. La transición demográfica prácticamente ha concluido.

Según la encuesta, los hombres y las mujeres en Cuba tratan de tener hijos, pero cuando cambian de opinión para ellas, la causa principal es de salud y para ellos de origen socioeconómico.

En la investigación inicial, la ONE apuntó como factores el aumento del trabajo femenino, una mayor inestabilidad en las parejas y la escasez de vivienda. La prensa local ha registrado también el alto costo de la vida, la falta de servicios de ayuda al hogar, la escasez de ropa y enseres para el recién nacido y la emigración.

En cualquier caso, nacen menos niños, su mortalidad es muy reducida (4.5 por cada mil nacidos vivos) y su esperanza de vida es alta (80 años para las mujeres, 76 para los hombres), mientras que la emigración crece.

La emigración

Según el más reciente Anuario Demográfico de la ONE (2009), en el último medio siglo hay una clara tendencia emigratoria en el periodo 1961-1972, que se reduce fuertemente en las décadas de los 70 y los 80, con excepción de 1980, cuando se produjo el éxodo desde el puerto de Mariel. El fenómeno repuntó en 1994, coincidiendo con otra salida masiva, la crisis de los balseros.

En 1994 el saldo final de emigrantes, descontando las personas que llegaron a radicar al país, fue de 47 mil 844. El nivel se mantiene desde entonces, con registros oscilantes, entre los 20 mil 552 de 1996 y los 36 mil 903 de 2008.

El investigador universitario Antonio Aja, el más reconocido experto en el tema, cita en su libro Al cruzar las fronteras (2009) la cifra oficial de un millón 704 mil 764 cubanos que vivían en el extranjero en 2007 en 148 países, aunque 85 por ciento estaba en Estados Unidos.

En este fenómeno, sostiene Aja, coinciden el conflicto con Estados Unidos, la situación de la diáspora cubana y la dinámica social y política en la isla y durante cinco décadas La Habana ha modificado su política hacia la emigración, desde la confrontación hasta la búsqueda de la normalización de relaciones.

El autor favorece una mayor flexibilización de esa política, para propiciar el necesario flujo de cubanos en el mundo, en contraposición a una emigración definitiva, con las consecuencias negativas que desde todos los ángulos tiene para Cuba.