Tegucigalpa. Un paro indefinido de 60 mil maestros que denuncian planes de privatizar el sistema público de educación fue declarado ilegal por el régimen de facto de Porfirio Lobo. La medida permite sancionar a los participantes en la huelga con suspensiones que van de seis meses hasta la destitución definitiva. El ministro de Educación, Orlando Ventura, informó que a partir de este lunes abrirán las escuelas e institutos de segunda enseñanza en esta capital con maestros sustitutos. En tanto, el sindicato de trabajadores de la salud informó que sus agremiados suspenderán actividades este lunes, en protesta por la reducción de prestaciones, y en solidaridad con los mentores. Lobo firmó en octubre de 2010 un acuerdo stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en virtud del cual se comprometió a reducir los beneficios de los afiliados al Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados Públicos y al Instituto de Previsión del Magisterio. Manuel Zelaya, presidente derrocado por un golpe de Estado en 2009, advirtió en una carta este fin de semana que el acuerdo con el FMI incluye la reducción de la masa salarial mediante despidos y el desmantelamiento de las organizaciones gremiales.

Londres. La pena de muerte a escala mundial retrocedió en 2010, pero sigue aplicándose en una minoría de países que ejecutaron conjuntamente a miles de personas, estimó Amnistía Internacional (AI) en un informe publicado este lunes. Al menos 527 ejecuciones se registraron oficialmente el año pasado, frente a 724 en 2009; la organización precisó que esta cifra no incluye las miles que se cree que hubo en China, donde la pena capital se considera secreto de Estado. Irán admitió 252, a las que habría que añadir más de 300 no reconocidas oficialmente, según AI. Corea del Norte llevó a cabo al menos 60, Yemen 53 y Arabia Saudita por lo menos 27. En Estados Unidos, único país de América que continúa aplicando la pena de muerte, se registraron 46, frente a 52 el año anterior, pero todavía hay más de 3 mil 200 personas esperando en los corredores de la muerte.