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Revuelta en Magreb y medio oriente

Versión de que mercenarios se preparan a invadir desde Egipto

El este de Libia, entre el júbilo y el miedo a la venganza de Kadafi
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Saif, hijo de Muammar Kadafi, en imagen tomada de un video durante una entrevistaFoto Reuters/Televisión estatal de Libia
The Independent
Periódico La Jornada
Viernes 25 de febrero de 2011, p. 31

Ba’r Lashan, Libia, 24 de febrero. En el este de Libia crecen los temores de que una milicia mercenaria se prepara a invadir el país desde Egipto para cobrar sangrienta venganza a los disidentes que hicieron huir a las fuerzas de Kadafi.

En un puesto de reunión rebelde en Ba’r Lashan, fuera de la ciudad de Tobruk, abundaban rumores de que los partidarios de Kadafi se habían colado por la frontera para imponer una exacción tribal con la cual sufragar un ataque contra los rebeldes. Libios y egipcios entrevistados cerca de la frontera afirmaron haber visto a Ahmed Kadaf Dam, primo del líder libio y uno de sus asistentes más cercanos, ofrecer una mezcla de sobornos e invectivas contra los traidores. En Tobruk había alarma por los relatos de las supuestas actividades de Dam, cuyo nombre se puede traducir como derramador de sangre.

Se dice que este personaje fue avistado el miércoles en la ciudad de Matrou, a unos 200 kilómetros de la frontera libia. Según personas de la localidad, partió en un convoy de cuatro vehículos de tracción a cuatro ruedas la mañana de ese día, y ancianos del clan Oladi de la tribu Martroui indicaron que ahora se dirige al alto Egipto y a la base de su propio clan para sostener reuniones ya acordadas antes de regresar a Trípoli.

Pero este jueves Dam presentó una versión muy diferente de su estatus, al emitir una declaración de condena al régimen. Es un indicio de la confusión que rodea a Libia, gracias a las limitaciones a las comunicaciones y a los medios. Otras versiones sugieren que lleva días en El Cairo.

Dam tiene pasaporte egipcio y funcionarios de ese país, quienes se dicen enterados de su posible presencia, señalan que tiene todo el derecho de viajar a su segunda patria. También hay confusión, añaden, en cuanto a si un intento suyo de imponer la jurisdicción del gobierno de Libia constituiría una violación del derecho internacional. Sin embargo, un funcionario subrayó que El Cairo no desea un mayor baño de sangre en el país vecino.

En Ba’r Lashan, grupos de jóvenes, algunos con el rostro oculto por keffiyas, juraron liberar a Libia a cualquier costo. Afirmaron haber visto mercenarios de África subsahariana en la zona, preparándose a lanzar un contrataque. “Los hemos visto, dan vueltas por ahí en camionetas –dijo uno de los hombres–. Son los mismos hijos de puta que mataron a nuestra gente en nombre de Kadafi. La mayoría se han ido al este, pero aquí quedan algunos.”

Y si bien este jueves había júbilo por la versión de que Saif Arab, uno de los hijos de Kadafi, había desertado y se refugiaba en Bengasi, persistía el temor a represalias. “Hay milicianos ocultos –advirtió Yusuf Magzi, estudiante de 19 años de edad–. A dos los encontraron y los mataron hace tres días. Yo estaba allí. Pero somos optimistas: la mayoría de los soldados están con nosotros.”

Uno de éstos era una oficial, la mayor Salma Faraj Issa, quien ha sido asistente del comandante de la guarnición de Tobruk. “El ejército es el pueblo y el pueblo es el ejército –sostuvo con tono desafiante–. Estamos listos a defender el territorio. ¿Qué pasa si Kadafi ataca? Estamos preparados, tenemos lanzagranadas y algo de artillería. Estamos dispuestos a morir por nuestra patria porque somos soldados.”

La mayor Issa y sus camaradas contemplaban al pueblo de Tobruk celebrar su recién conquistada libertad con consignas como el pueblo quiere librarse de Kadafi y todos los libios están unidos.

El teniente coronel Omar Hamza, de la brigada de defensa aérea, explicó que las unidades militares disidentes están creando un mando unificado. Queremos que se nos unan otros miembros del ejército que no están en las zonas liberadas. Ha habido muchas matanzas en Trípoli también. Creemos que un ejército unido acabará con eso.

Con todo, hay temor hacia los leales a Kadafi. “No mostraron piedad –relató Mohammed Qassim, tendero de 56 años de edad–. Mataron hombres, mujeres y niños. Vi cómo le dispararon a un hombre que ni siquiera estaba participando (en las manifestaciones). Le dispararon desde una ventana del cuartel del comité revolucionario; quedó tirado en la calle y los demás no podían ayudarlo porque tenían miedo de que les dispararan también.”

El comité revolucionario de la ciudad servía de ojos y oídos al régimen. Hassan Ibrahimi, señalando un cartel de Kadafi hecho trizas en la basura, exclamó: “Muammar tenía a sus espías para tenernos quietos. Los hemos echado y jamás volveremos a tener aquí gente así. Por eso destruimos este lugar.

“Éste es un país rico –añadió–. Deberíamos ser uno de los más ricos del mundo. Pero Muammar se gastó el dinero en sus mercenarios y sus espías.”

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya