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Faltan recursos y especialistas para restaurar las 60 mil piezas de su catálogo

El Cencropam no se da abasto para atender solicitudes: directora

Se requiere presupuesto para conservar la obra mural del país, anotó Gabriela Gil Verenzuela

Cualquiera con currículum y capacitación puede intervenir en los proyectos, aceptó

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Gabriela Gil explicó que cualquier particular que posea una obra de arte que requiera restauración puede acudir al centro para solicitar un dictamen y recibir un presupuestoFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Lunes 31 de enero de 2011, p. 7

El Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) no se da abasto para atender las solicitudes de restauración y conservación de las 60 mil obras de arte que conforman su catálogo.

La mayoría de esas piezas están bajo resguardo de decenas de museos en el país (80 por ciento), pero también hay pinturas o esculturas, consideradas patrimonio nacional, en colecciones privadas.

La directora del centro, Gabriela Gil Verenzuela, explica que para atender proyectos, en particular relacionados con obra mural, muchas veces se buscan contrataciones de talleres de restauración privados.

En entrevista con La Jornada, la funcionaria reconoce que la participación de restauradores independientes del INBA siempre es supervisada y guiada por expertos del Cencropam, pero quienes tengan experiencia, currículum y capacitación pueden intervenir en los proyectos. Es una fuente de trabajo para los restauradores en México.

Hace unas semanas, trabajadores de ese lugar manifestaron su inconformidad porque no se les llamó para participar en algunos de los trabajos de remozamiento del Palacio de Bellas Artes.

Teresa Vicencio, directora del INBA, argumentó entonces que en el Cencropam sólo se contaba con un especialista en vitrales, lo cual no garantizaba que el proyecto de restauración de la obra Apolo y las musas estuviera a tiempo, por lo cual se contrataron los servicios de un taller privado (La Jornada, 17-12-10).

En el Cencropam, cuya sede se encuentra en la calle de San Ildefonso, en el Centro Histórico de la ciudad de México, laboran apenas unos 35 especialistas que atienden los talleres de caballete, escultura, papel, artes aplicadas, obra mural y fotografía, afirma Gil Verenzuela.

No obstante, especialistas del lugar aseguran que los restauradores de base no superan las dos decenas, pues en los recientes 12 meses varios se han jubilado o dejado el empleo y no han sido ocupadas esas plazas vacantes.

Además del déficit de restauradores, la directora del Cencropam reconoce la falta de recursos económicos para cumplir de manera óptima con los propósitos principales de esa instancia, que son la custodia, conservación y restauración de las colecciones de arte del INBA.

Por ejemplo, respecto de la valiosa y emblemática obra mural que existe en el país, Gil argumentó: “los muralistas fueron muy prolíficos para atender toda la obra (de la que aún no existe registro completo); se requiere un gran presupuesto.

“En Jalisco, Michoacán, Guerrero, estado de México y Distrito Federal es donde se concentran más murales; tenemos muchos años ocupándonos de su restauración. Los de Palacio Nacional y el de Bellas Artes siempre se monitorean.

“Para atender todos los proyectos hay una vinculación con los estados, porque el INBA no tiene recursos para realizar el rescate de todos los murales, además de que las condiciones climáticas no ayudaron mucho en 2010.

“La vinculación con las entidades que poseen los murales son para hacer colaboraciones conjuntas y conseguir recursos para restaurarlos. Cada proyecto lo dividimos por etapas, porque los recursos no siempre llegan completos. Así es como llevamos a cabo la primera etapa de la restauración del mural El hombre de fuego, de José Clemente Orozco, en el Hospicio Cabañas, de Guadalajara; en 2011 haremos la segunda etapa, con la colaboración de la Secretaría de Cultura de Jalisco.

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Proceso de restauración del mural El Árbol de la Vida, de Roberto Montenegro, en el ex templo de San Pedro y San Pablo, en el Centro HistóricoFoto Roberto García Ortiz

Por lo general, nosotros ponemos mano de obra, nuestros restauradores; ellos consiguen el hospedaje por dos meses y los materiales, cuyos costos se incrementan porque vienen de fuera. También en 2011 habrá colaboración con Michoacán para restaurar un mural en Jiquilpan y otro en Janitzio.

La funcionaria aseguró que 80 por ciento del acervo del INBA se encuentra en exhibición en alguno de los 16 museos a cargo de esa instancia, entre otros recintos del país. Las piezas más antiguas (siglos XVII y XVIII) se exhiben en el Museo Nacional de San Carlos, y están espléndidas.

Las condiciones de esas miles de obras de arte son, en general, muy buenas, no óptimas, pues hay detalles. Si los espacios o instituciones que albergan las piezas siguen las recomendaciones de conservación dentro de los recintos, las obras estarán en mejores condiciones, añadió.

No obstante, aceptó que existen graves problemas en algunos museos en los estados del país, principalmente en localidades húmedas, porque los espacios no cuentan con los equipos para la conservación de las obras.

Hacemos visitas periódicas a esos lugares, diagnósticos y recomendaciones específicas de cuidado de las piezas. Hay mucho trabajo por hacer, porque a veces, si los recursos son escasos en la capital, no te quiero contar en los estados. En muchos casos hacen falta deshumidificadores o equipos que miden grados de humedad y temperatura, así como asesorías en el ámbito museográfico. Pero estamos trabajando para darle atención a los estados.

La directora del Cencropam recalcó que existe gran movilidad de las obras que conforman las colecciones del INBA, no sólo en los museos del instituto, sino en recintos culturales en los estados. Además, la Secretaría de Relaciones Exteriores tiene en comodato varias obras que se encuentran en las embajadas de México en el mundo. La gente no se imagina qué tanto se mueven las piezas y todo lo que se tiene que hacer para que se exhiban en óptimas condiciones. La idea es que crezcan estos acervos, lo cual depende, por supuesto, de los recursos.

La historiadora del arte venezolana, afincada en México, recalcó que existe un manual de procedimientos para préstamos de obra, con especificaciones muy concretas para la exhibición de las piezas.

En la residencia oficial de Los Pinos, continuó, hay alrededor de 32 obras en comodato, “que ya tienen muchos años allá, pero no sólo pertenecen al INBA, pues Presidencia tiene su propia colección. Nosotros apoyamos con la restauración. En estos momentos tenemos algunas piezas de la colección de Presidencia en los talleres.

Cualquier dependencia nos puede pedir obra: se hace un convenio, se especifican las cláusulas de conservación, se aseguran las obras y ellos pagan los costos de los seguros; son contratos que se renuevan año con año, nosotros hacemos diagnósticos periódicamente del estado de las piezas y si es necesario cambiarlas por otras lo hacemos; es un procedimiento normal.

La directora de Cencropam explicó que cualquier particular que posea una obra de arte que requiera restauración puede acudir al centro para solicitar un dictamen y recibir un presupuesto con el fin de que su pieza sea trabajada en los talleres de la institución, la cual realiza un trabajo muy arduo, poco conocido, pero hacemos el esfuerzo por atender todas las demandas, concluyó.

El Cencropam se encuentra ubicado en el Antiguo Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, en San Ildefonso 60, Centro Histórico.