Opinión
Ver día anteriorDomingo 12 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
¿La Fiesta en Paz?

Una empresa eficiente

El Cecetla, con renovados bríos

A

unque no se haya estudiado administración de empresas y mucho menos economía –¡ni lo mande Dios!, habría exclamado Cagancho–, cierta satisfacción se experimenta cuando una empresa cualquiera informa que por su organización, sistemas, marketing, filosofía de servicio y congruencia, obtiene beneficios y logra un crecimiento real a partir de su profesionalismo, eficiencia y rigor de resultados.

Durante un desayuno y conferencia en el Club de Industriales el pasado martes, Miguel Alemán Magnani, director de la aerolínea Interjet, con capital exclusivamente mexicano, informó que en sólo cinco años de operación la empresa ya se ha hecho del 20 por ciento del mercado nacional, que en el tercer trimestre del año cerró con un incremento de 20 por ciento, y que al concluir 2010 se habrán invertido 40 millones de dólares en dos centros de mantenimiento y un centro de capacitación.

Pendiente del curso que tome la restructuración de la manoseada aviación comercial en México, Alemán Magnani manifestó su extrañamiento por el proceder de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el caso de Mexicana, al afirmar que el mensaje para los empresarios es muy negativo, ya que habría quienes decidieran actuar sin responsabilidad en empresas con concesiones, lo que generaría incertidumbre entre los que sí respetan el negocio y a los ciudadanos. Caramba, con empresarios así, en poco tiempo México saldría de su atolondramiento.

Por su autorregulada parte, la contumaz empresa de la Plaza México –a la que algunos insisten en vincular con los Miguel Alemán, padre e hijo–, con apenas 17 años y medio de organizar festejos taurinos en el otrora prestigiado coso, vuelve por sus fueros como sede mundial del Centro de Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje (Cecetla, por sus siglas) al reincidir en viciadas formas del negocio extrataurino.

Van cinco festejos de la actual temporada grande en los que el mencionado centro viene aplicando un método no por poco profesional menos redituable: hacer como que mejora las combinaciones de toreros –no ha sabido hacer productos atractivos sino importarlos, en la mejor corriente globalizonza– mientras ahorra en ganado, trátese de criadores noveles o de amigos de prestigio. Cinco corridas como de toros en las que ha predominado la mansedumbre, por no hablar de su discreta presencia como reflejo de la falta de edad, así como de la notoria manipulación de las astas en varias de las reses.

De 36 cornúpetas, el toro más bravo –¿o el único?– que ha salido por toriles fue regalado por El Payo en la corrida inaugural y correspondió a la ganadería de Santa María de Xalpa. Lamentables mansadas han sido los encierros de San José, con el que en esa misma corrida Enrique Ponce repitió su gastado numerito de la devolución, esta vez del impresentable segundo de su lote, previamente aprobado por el juez de plaza; la de Los Encinos, en la segunda tarde, y la de Campo Real, en la quinta, excepto por la docilidad repetidora de uno, con el que Miguel Ángel Perera hizo lo que quiso ante una hermana de la caridad.

Algo se salvan Xajay, en la tercera, bien presentada y con dos ejemplares con calidad, el mejor de ellos lastimosamente desperdiciado por Fernando Ochoa, el torero con más suerte en los sorteos en toda la historia de la Plaza México, y en la cuarta los de Julián Hamdan, muy justos de presencia, con tres toreables, dos de los cuales aprovechó Alejandro Talavante para desplegar su barroca y refrescante creatividad.

Por cierto, tanto Perera (27 años, seis de matador y 51 corridas este año en España) como Talavante (23, 4 y medio y 64), son de Badajoz, en la comunidad de Extremadura, coterráneos pues de Hernán Cortés, Francisco Pizarro y los Pedros de Alvarado y de Valdivia, entre otros conquistadores. Sin embargo, como al resto de las figuras importadas, tampoco a ellos los hemos visto ante toros mexicanos con edad, trapío y bravura. Así que de utilidades taurinas, mejorar posicionamiento, invertir a futuro o ser una empresa responsable con el toro y el público, el Cecetla no ve ni oye, sólo renueva su mentalidad abusiva.