Sociedad y Justicia
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Bienal teológica Cristo y los cristianos en el México moderno

Arizmendi: hay una batalla por afianzar un laicismo excluyente
 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de octubre de 2010, p. 42

Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, lamentó que se vivan tiempos en que la pobreza y la miseria de millones impiden el desarrollo que soñamos; en el que la exclusión de campesinos e indígenas, de subempleados y desempleados, los hace sobrantes, estorbos del sistema globalizado, y en el cual se da una batalla recurrente por afianzar en las leyes un laicismo excluyente, en vez de una laicidad positiva e incluyente.

Al inaugurar la bienal teológica, Cristo y los cristianos en el México moderno, organizado por la Unión de Instituciones Teológicas Católicas de México, el jerarca criticó que las normas que promueven un laicismo excluyente generen enemistades que parecen irreconciliables entre el clero y gobernantes, como si la Iglesia pretendiera un poder político que no corresponde a su misión.

En la Universidad La Salle habló de la marginación secular de la mujer, sobre todo en ambientes rurales, de la destrucción del medio ambiente, de los ataques a la vida incipiente en el seno materno y la tergiversación de derechos sobre la constitución de la familia, que nos dividen y confrontan.

El responsable de la Dimensión de Pastoral de la Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló imprescindible que la fe católica no se quede encerrada en los claustros, sino que sea levadura de una nueva cultura más acorde con el evangelio.

Remarcó que si no existe una fe en Cristo, viva, razonada, profunda y coherente, inexorablemente muchos seguirán hundiéndose en el fango del placer pasajero; seguirán encadenados a la droga y al alcohol y atados a la espiral de la violencia, de las armas y de la lucha entre grupos de poder.

Arizmendi sostuvo que actualmente pareciera que no hay verdades absolutas; que la dictadura del relativismo se impone como algo incuestionable y sin marcha atrás; que la política y la economía se operativizan en forma inmediatista y pragmática, sin valores éticos profundos y estables; en unos tiempos en que la memoria histórica se mediatiza de acuerdo con las ideologías prevalentes.

Consideró que ante estas circunstancias es aquí y ahora cuando los cristianos tenemos algo que aportar al México moderno: nuestra fe en Jesucristo, y añadió que es tiempo de que las universidades e instituciones teológicas católicas iluminen la historia con el misterio de Cristo