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A 57 años de que se les reconoció el derecho al sufragio, es lento el avance en cuanto a ser votadas

México, listo para que una mujer ocupe la Presidencia, aseguran grupos civiles
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Indígena chiapaneca participa en la elección federal de julio de 2006Foto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de octubre de 2010, p. 8

La historia del sufragio femenino, derecho reconocido hoy hace 57 años, es una historia de claroscuros. Si bien las mujeres lo han ejercido de manera responsable y consistente, la otra parte de la fórmula, que tiene que ver con el hecho de ser votadas, ha tenido un avance lento.

Integrantes de organizaciones que trabajan por las garantías de ese sector de la población aseguran que la sociedad está preparada para que una mujer ocupe la Presidencia. Hasta hace poco, México era considerado un país de vanguardia en América Latina, y ahora nos hemos quedado rezagados. Naciones como Chile, Argentina y posiblemente Brasil han avanzado al tener al frente de sus gobiernos a presidentas, asegura Elsa Conde, ex legisladora federal e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho a Decidir.

Teresa Hevia, directora de participación social y política del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), señala que si México ha tolerado a dirigentes varones incapaces e incompetentes, no sólo está preparado, sino anhelante de buenos gobernantes, y las mujeres han demostrado que pueden ser grandes mandatarias.

Coincide con lo anterior Lucía Lagunes, directora de Comunicación e Información de la Mujer, AC (CIMAC), y agrega que se requiere que las mujeres sean vistas con naturalidad en puestos de poder. Su derecho a acceder al poder es legítimo, no perverso, y nada tiene que ver con la ambición.

Dicha legitimidad se construye –dijo– haciendo respetar las leyes. El Instituto Federal Electoral y el tribunal electoral juegan un papel fundamental, pues es su deber garantizar que los partidos no encuentren resquicios para violar las leyes, y si lo hacen, sean sancionados. De lo contrario, se convierten en cómplices.

Asimismo, Blanca Rico, directora de Sociedad Mexicana pro Derechos de la Mujer, AC (Semillas), consideró que México está listo para que una mujer ocupe la Presidencia, aunque a nosotras se nos exige mucho más en este tipo de cargos.

Aseguran que hoy la demanda de las mujeres es que haya paridad en la participación de la vida política del país. Ha llegado el momento de pasar del nivel de cuotas a la paridad. El sentir en la clase política mexicana es que la cuota es una concesión, y desde ese lugar se nos ve como grupos minoritarios o vulnerables, no como parte sustantiva del avance democrático, sostiene Conde.

Lucía Lagunes lamenta que aún seamos intrusas toleradas en la vida política de este país; se nos mira con recelo, seguimos bajo sospecha de si somos o no capaces de dirigir un país. La sociedad no entiende que estamos en la vida pública por derecho, no por capricho.

Teresa Hevia señala que el Inmujeres pugna por que se hagan las modificaciones pertinentes a nivel constitucional para garantizar la presencia equilibrada del sector femenino en la vida pública.

Entre las medidas propuestas por el instituto –señala– está que no se disminuyan las candidaturas de representación popular, porque mediante éstas se garantiza mayor presencia femenina en el Congreso.

Además, demandan que no haya excepciones a la cuota de género y que en las candidaturas tanto la propietaria como la suplente sean mujeres, para evitar la tentación de ceder su lugar a los varones, como en el caso de las ocho legisladoras que el año pasado solicitaron permiso por tiempo indefinido en beneficio de sus compañeros.

Asimismo, proponen que los tres lugares que se están concursando en el IFE sean ocupados por mujeres, para que desde el órgano que rige lo concerniente a la democracia en México haya equilibrio de género.