La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) enfrenta una situación similar a la de hace cuatro años con la elección de quien sustituiría a su entonces presidente, Mariano Azuela Güitrón. Juan Díaz Romero dejaba el cargo el 30 de noviembre de ese año, 33 días antes de que el pleno se reuniera para elegir presidente del máximo tribunal.

En aquel entonces el proceso estaba sumamente competido. Incluso se perfilaba un empate a cinco votos entre los principales contendientes: Juan N. Silva Meza y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

Los ministros urgieron al entonces presidente, Vicente Fox, y al Senado a que designaran al nuevo integrante del pleno para que, en dado caso, emitiera el voto decisorio.

Actualmente, reconocen fuentes judiciales, se vive una situación parecida, ya que el anuncio de José Ramón Cossío Díaz de que no contenderá por la presidencia de la Corte y el hecho de que se desconoce cuándo será elegido el sucesor del extinto José de Jesús Gudiño Pelayo, complican la sucesión.

Agregan que aunque Silva Meza aventaja a Fernando Franco González-Salas, lo cierto es que estos dos votos podrían ser definitivos para determinar quién encabezará la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura Federal.

Señalaron que antes de que Cossío Díaz hiciera pública su decisión de no participar en el proceso, se sabía que no contaba con el respaldo mayoritario de sus compañeros. Lo cierto es que si se hubiera presentado a la sesión de enero como uno más de los aspirantes, habría tenido un impacto directo, al menos, en la primera ronda de votación. Es decir, podía haber dividido el voto y dejar fuera a alguno de los otros contendientes, para dar lugar a una segunda ronda de votación en la que se definiera la presidencia del tribunal.

Ahora, explicaron los funcionarios, al saber que no participará, los aspirantes buscarán acercarse a Cossío y amarrar lo antes posible su apoyo.

Aunque en la Corte se da por descontado que votaría por Franco.

Además, se mantiene la expectativa por conocer cuál será la terna de candidatos que enviará el presidente Felipe Calderón al Senado, para que este cuerpo colegiado designe al nuevo ministro, el cual con apenas unas semanas de haber sido nombrado, podría ser quien decidiera con su voto, al que el presidente de la Corte para el periodo 2011-2014.

Plan de trabajo o discurso de campaña

Por otra parte, entre los ministros analizan la posibilidad de dejar sin efecto la modificación del Reglamento Interno de la SCJN aprobada bajo la presidencia de Azuela en 2006, que obliga a los aspirantes a presidir la Corte a presentar ante el pleno, en los primeros días de diciembre –semanas antes de la elección–, su plan de trabajo para su eventual mandato.

Hace cuatro años, este ejercicio se hizo en sesión pública, y parecía más un discurso de campaña que una elección entre pares.

Por tal razón hay ministros que piensan que debe abandonarse esa disposición, a efecto de que sea hasta la sesión del 3 de enero, cuando los aspirantes anuncien abiertamente sus intenciones.

Lo cierto es que nos conocemos entre nosotros y, en términos generales, sabemos cuál es el trabajo que desempeñaríamos en caso de llegar a la presidencia, comentó un ministro.