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El recinto ubicado en Lima posee la mayor colección de cerámica erótica del antiguo Perú

Reabren el Museo Larco; resguarda la evolución milenaria de culturas preincas
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 5

Lima, 24 de septiembre. El Museo Larco, que posee la mayor colección de cerámica erótica precolombina de Perú, reabrió el miércoles en Lima con una nueva imagen que permite mostrar 3 mil años de desarrollo de culturas preincas.

Cuenta con una colección de 45 mil objetos –cerámicas, piezas de oro, plata, textiles y litografías– que muestran 30 siglos de desarrollo de culturas como los mochicas-cupisnique, nascas, paracas y huari, entre otras, que florecieron antes del imperio de los incas y de la llegada de los españoles a Perú.

De todas esas piezas, 400 son huacos (objetos de cerámica) eróticos que constituyen uno de los mayores atractivos del Museo Larco y que fueron obra de la cultura mochica, asentada en la costa norte de Perú, entre los siglos I y VIII.

En el lugar destaca nítidamente la sala erótica con sus cerámicas que representan de manera explícita el acto sexual en diversas posiciones, relaciones heterosexuales y homosexuales, masturbaciones y escenas de sexo oral, así como personajes con falos exagerados.

También hay representaciones que simbolizan la fertilidad y el origen de la vida, en las que hombres y mujeres participan en actos sexuales, incluso con seres de diferentes mundos, como las divinidades y los muertos.

Una mirada occidentalizada y con prejuicios tiende a clasificar estos objetos como pornográficos, dijo Yvonne Casabonne, especialista en museología y promotora del Museo Larco.

Subrayó que los expertos consideran que las piezas eróticas se relacionan con la fertilidad dentro de un contexto ritual.

La cosmovisión mochica era distinta a la nuestra. Para ellos la sexualidad era parte de su vida cotidiana y les permitía entrar en contacto con la naturaleza creadora de vida, explicó.

La visión superficial basada en prejuicios prevaleció durante décadas, al punto que hasta los años 60 del siglo pasado los huacos eróticos apenas eran vistos por científicos y estudiosos locales de elite y uno que otro académico extranjero que llegaba a Perú a realizar estudios sobre la materia.

Los historiadores reseñan que muchas de estas cerámicas fueron destruidas tras la llegada de los españoles a Perú, en 1532, por influencia directa de la Iglesia católica y sobre todo de la Santa Inquisición.

El nuevo rostro del museo, fundado en 1926 por el estudioso Rafael Larco Hoyle, busca aclarar estos conceptos mediante un recorrido en el que se trata de ofrecer al visitante un cuento que resume la historia del Perú precolombino, de manera ágil, divertida, al margen de la idea generalizada de que visitar un museo es algo aburrido, dijo Casabonne.

La gama de objetos, incluyendo las piezas eróticas, podrá ser apreciada por mil operarios del turismo mundial que se reunirán en los jardines del museo construido en una mansión virreinal única en su género y que data del siglo XVIII, la cual fue a su vez levantada sobre una pirámide precolombina del siglo VII.