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Felipe Garrido
Extraviado
A medio camino mamá se acordó de que tenía que llevar un pastel y le dijo a papá mira, allí en esa tienda, aquí estaciónate, y yo me bajé con ella. Entramos hasta donde vendían pasteles, galletas, gelatinas, y adelantito había unas televisiones y yo me quedé viendo el juego, en medio de tantísima gente, y de pronto ya no vi a mamá. Solamente vi que no estaba y sentí un dolor fuertísimo en la nuca y mucho frío y pensé que tenía que salir a ver si no se habían ido ya y comencé a caminar, a dar vueltas. Era horrible porque la puerta no estaba donde yo creía que estaba y entonces empecé a ir de un lado a otro, entre toda aquella gente que yo no conocía. Lo bueno fue que me vieron un señor y una señora y me dijeron no te preocupes, vamos a buscar a tu mamá, nosotros la conocemos y me dieron la mano, me llevaron a su carro y me dijeron súbete, nosotros sabemos dónde está, tú no te fijes, ya no llores, no te preocupes, nosotros te vamos a llevar. |