Opinión
Ver día anteriorLunes 9 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Toros
Don Quijote, torero aporreado
D

on Quijote de la Mancha después de encontrarse en medio contrahechas pastoras, salió a los medios del camino, desafiando a lo que viniera. En ese momento llegó un tropel del lanceres, uno de los cuales comenzó a gritarle a Don Quijote: Apártate hombre del diablo que te harán pedazos los toros. Pasaje quijotesco que he traído a cuento en otros artículos y que frente a la prohibición de las corridas de toros en Barcelona, viene como anillo al dedo. Esta prohibición es el anuncio de otras prohibiciones de los espectáculos taurinos, ya sin público ni aficionados, cansados de ser engañados con la desaparición del toro al que se ha rebajado la casta y en su lugar aparecen toritos inválidos y desvencijados.

Don Quijote símbolo y emblema de los aficionados auténticos los cabales gritaba a los antitaurinos y taurinos que no “cabales. “¡Ea canalla para mí no hay toros más bravos que valgan aunque sean los que cría Jarama en sus riberas! No tuvo tiempo Don Quijote de desviarse y así el tropal de toros bravos en compañía de los mansos cabestros pasaron por Don Quijote sobre Sancho, y sobre Rocinante, dando con todos ellos a tierra y echándolos a rodar por el suelo a cornadas y patadas. Quedó mal herido Sancho, espantado Don Quijote, aporreado Rocinante. Después se levantaron todos. Don Quijote tropezando aquí y cayendo acá comenzó a correr tras el encierro gritando Deteneos canallas que un solo caballero os espera y no es de los que dicen que al enemigo hay que tenderle puente de plata.

Así como en aquella ocasión, la manada de bravos catalanes, políticos pasan innecesariamente sobre los taurinos y los aficionados, dejándonos aporreados, no quedando más remedio que regresarse a casita con mamá y desde lejos gritarles como el Quijote. Deteneos canallas que el toreo es algo más que el espectáculo taurino, con lo que el círculo del toreo se repetirá más allá de los actores. Porque parece que esos toros que atropellaron a Don Quijote iban a Salamanca a celebrar las bodas de Felipe II y fueron lidiados a la usanza caballeresca por antiguos aristócratas. De tal forma parece, nació el toreo que en realidad no tiene origen, su origen es el no origen. ¿Don Quijote el primer torero a pie?